Uno de los integrantes de esa amalgama que es Izquierda Unida, el Partido Comunista, ha organizado este domingo un homenaje en Ciudad Real. Si no sigo escribiendo y dadas las fechas en las que nos encontramos, lógicamente ustedes pensarán que el homenaje es a la Constitución Española de 1978. No sería de extrañar, a la vista de lo que recogía el diario “El País” el 20 de junio de 1978: “El pleno del Comité Central del Partido Comunista de España, reunido este fin de semana en Madrid, ha efectuado un llamamiento para «hacer del referéndum constitucional un gran acto de afirmación democrática, mediante la participación masiva de los electores con su voto afirmativo a la Constitución». En un largo comunicado hecho público al término de su reunión, el Comité Central del PCE señala que, aunque el proyecto de Constitución mantiene preceptos que no son totalmente satisfactorios para los comunistas, «constituye en su conjunto un texto plenamente aceptable por la clase obrera y demás sectores populares, por cuanto reconoce una amplia gama de derechos fundamentales, proclama sin equívocos la soberanía del pueblo, establece un sistema parlamentario, abre las puertas a las transformaciones sociales y económicas de signo progresista y crea las bases para la organización de un amplio sistema de autonomías”. El Partido Comunista también votó SI a la Constitución. Pero no, el homenaje de este domingo 4 no fue a la Constitución, sino a Fidel Castro.
Un personaje controvertido, para unos un héroe y para otros un asesino despiadado. Probablemente tenga algo de ambas cosas, pero tener las manos manchadas de sangre ya es suficiente razón para no hacerle ningún homenaje. Hizo una revolución a sangre y fuego y después perpetuó un régimen hereditario y corrupto que aún permanece por derecho de sangre en la figura de su hermano Raúl. Podría entender que asistiera a este homenaje algún naufrago marginal de la ultra izquierda. Algún revolucionario de salón. Pero me sorprendería desagradablemente ver en ese homenaje a alguno de los concejales de GANEMOS en el Ayuntamiento. Digo GANEMOS y no se si me equivoco, porque cuando les conviene son de Izquierda Unida, con procedencia comunista o sin ella, otras veces se presentan como GANEMOS y otras veces dicen pertenecer, algunos, a PODEMOS. No queda muy claro. Lo que si está claro es que no vi a ninguno de ellos en los actos de homenaje a la Constitución que se celebraron el pasado viernes. Como cargos electos democráticos que son, me hubiera gustado más verlos en los actos que unen, y no en los que enfrentan a los españoles. Sobre todo porque su partido matriz, el Partido Comunista supo ver la grandeza de la Constitución. ¿O quizá es que a los que les falta grandeza es a ellos mismos? Pero siendo grave lo anterior, lo más grave de todo es que estas personas son las que mantienen en el poder al PSOE de la capital. A un partido que cosechó los peores resultados de su historia y que está gobernando con unos pírricos 9 concejales. Que no se le olvide a Zamora que estar sentada en el sillón de la alcaldía se lo debe a personas que prefieren homenajear a Fidel Castro antes que a la Constitución de todos. Que cada uno sepamos donde estamos. Por cierto, esta semana que comienza también se celebra la Inmaculada Concepción, patrona de España y de su Infantería. Por tercer año consecutivo, desde que nos gobierna este pacto de perdedores de izquierda, no se renovará el Voto de la Corporación a la Inmaculada.
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