Siempre he creído en las potencialidades de Ciudad Real como destino turístico y desde mi Grupo Municipal han sido muchas las iniciativas que hemos llevado en esta legislatura sobre la materia. Creo que Ciudad Real se puede posicionar como un destino turístico único, con personalidad propia, que ofrezca una propuesta turística variada y diferenciada capaz de satisfacer las expectativas del visitante. Las anteriores Corporaciones del Partido Popular iniciaron esa senda apostando por una serie de actividades que a día de hoy se siguen celebrando. Para eso hace falta un trabajo de la administración, primero del Ayuntamiento y después de las demás administraciones.
Hace ya algún tiempo en el Pleno del Ayuntamiento se debatió una moción del Grupo Popular en la que pedíamos la creación de un Consejo Sectorial de Turismo para asesorar al Consistorio en un asunto que nos parece fundamental. La moción no salió adelante, como tantas otras, porque el equipo de Gobierno cree que lo sabe todo en esta materia. No se escucha al sector y no se escucha al resto de grupos políticos municipales. Ese consejo trabajaría para asesorar y consolidar productos para el turista interno, como el turismo patrimonial, turismo activo, ecoturismo o turismo gastronómico y enológico. Hoy me quiero centrar en el turismo patrimonial. Dentro de ese turismo patrimonial cercano a los sentidos destaca con fuerza el vinculado a nuestra Semana Santa, que todos los años si el tiempo acompaña, llena nuestras calles y nuestros hoteles. El Ayuntamiento lleva ya demasiado tiempo ninguneando a la única celebración declarada de Interés Turístico Nacional. Esa declaración no hubiera sido posible sin el apoyo firme y decidido del Ayuntamiento, entonces presidido por Francisco Gil-Ortega y cuyo concejal de cultura era el recientemente fallecido Rafael Romero, ambos se implicaron decididamente en el proyecto junto al entonces presidente de la Asociación de Cofradías, Emilio Martín Aguirre, verdadero motor de la declaración. Hoy con este Gobierno municipal habría sido imposible esa declaración.
Pues bien, ese ninguneo del que hablo desde que gobierna el PSOE llega al extremo de que ha habido ediciones de la Feria Internacional de Turismo (FITUR), a la que el Ayuntamiento ha acudido sin llevar nada relativo a esta celebración, que por sí misma y sin necesidad de ningún añadido, trae visitantes y turistas a nuestra ciudad. Durante estos años de gobierno socialista se han promocionado y subvencionado otras manifestaciones festivas y culturales en detrimento de la Semana Santa, a la que se le han regateado subvenciones y ayudas. El Ayuntamiento socialista está tirando por tierra el trabajo de muchos años, de mucha gente anónima que ha hecho grande nuestra Semana de Pasión. Nuestro Ayuntamiento cree que tiene el arte de decir una cosa y hacer justo la contraria. Es lo que hace cuando dice que apoya la Semana Santa pero hace lo contrario. La ausencia en FITUR de nuestra Semana Santa fue la gota que colmó el vaso en un año 2016 en el que, por primera vez, las Hermandades y Cofradías de Palio no disfrutaron de subvención para bandas de música. Y así siguen. Imagino que este año 2019 la Semana Santa estará muy presente en la próxima edición de FITUR que se celebrará dentro de escasas semanas. Quizá tenga algo que ver que sea año electoral.
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