Ayer se celebró el Día de la Fiesta Nacional de España. Una celebración que está regulada por la Ley 18/1987, de 7 de octubre cuyo artículo único indica: “Se declara Fiesta Nacional de España, a todos los efectos, el día 12 de octubre”. Es en la exposición de motivos donde explica que la fecha elegida, el 12 de octubre, “simboliza la efemérides histórica en la que España, a punto de concluir un proceso de construcción del Estado a partir de nuestra pluralidad cultural y política, y la integración de los reinos de España en una misma monarquía, inicia un período de proyección lingüística y cultural más allá de los límites europeos”. En definitiva y traduciendo lo que dice la ley, fue el día que Colón descubrió América aunque la citada ley, promulgada bajo el gobierno de Felipe González, no ose citar este motivo por aquello de no enfadar a los que aún se seguían creyendo e incluso propagando la leyenda negra de España en América. Y así se ha venido celebrando la Fiesta Nacional de España este día aunque con distintos nombres. En primer lugar esta celebración se conoció como Día de la Raza hasta que en 1931, Ramiro de Maeztu, uno de los máximos exponentes de la Generación del 98 que había sido Embajador de España en Argentina en 1928 y 1929, abrió la revista «Acción Española» con un artículo titulado «La Hispanidad», que se inicia así: “El 12 de octubre, mal titulado el Día de la Raza, deberá ser en lo sucesivo el Día de la Hispanidad” Y esa fue la denominación de esta celebración durante el franquismo aunque no fue hasta 1958, cuando un decreto de la Presidencia del Gobierno de 9 de enero de 1958 estableció: «Dada la enorme trascendencia que el 12 de Octubre significa para España y todos los pueblos de América Hispana, el 12 de Octubre será fiesta nacional, bajo el nombre de Día de la Hispanidad». Y por si alguien tiene alguna duda diré que es bueno y útil celebrar este día. Y yo diría que hasta necesario en los tiempos que corren. Hay que sentirnos orgullosos de pertenecer a esta gran nación que es España con toda su riqueza y su diversidad cultural, lingüística y social. Orgullosos de haber nacido en un país que ha salvado dos veces el modo de ser de Europa, la primera en la Reconquista y la segunda en Lepanto aunque nuestros jóvenes lo ignoren.
Comentarios recientes