Había quien decía que la democracia es el menos malo de los sistemas políticos. Yo creo que es el mejor al que podemos aspirar la sociedad que somos. Ocurre que la democracia tiene sus reglas, y cuando juegas con unas reglas no puedes pretender aplicar solo las que te favorecen o las que te gustan. Eso es lo que hace el PSOE y los partidos de izquierda. Quieren solo las reglas que les favorecen. Quieren fabricarse una democracia a su medida. A la medida de sus ambiciones y de su partidismo. El pasado viernes la democracia aplicó sus reglas en Socuéllamos y desde ese momento la alcaldesa es Pruden Medina, una compañera del Partido Popular que trabajará incansablemente por su pueblo, como siempre ha hecho. Desde días antes se vinieron sucediendo declaraciones de responsables del PSOE que llegaron a calificar a la futura alcaldesa como una alcaldesa “ilegítima”. Lo dijo Blanca Fernández.
Entonces tendremos que suponer que la señora Fernández extiende el calificativo de ilegítimo a compañeros suyos como García-Page y Pilar Zamora que gobiernan sin haber ganado las elecciones. Ah no ¡Que los del PSOE son legítimos y puros hagan lo que hagan! Pues no, señora Fernández, la cosa no funciona así. O retira usted lo dicho a la señora Medina o a partir de ahora consideraré que tengo derecho a llamar alcaldesa ilegítima a Pilar Zamora, cosa que nunca he hecho, por cierto. Recodarle que ha formado un gobierno de perdedores con Ganemos, no lleva implícita la ilegimitidad. Es un gobierno legítimo de perdedores. Lo más chusco del caso viene en la prensa del sábado, cuando le preguntan a la señora Fernández por su opinión de lo sucedido en el Pleno de Socuéllamos y ella, sin cortarse un pelo, perdón por la expresión, explica lo que es una moción de censura y cuando hay que presentarla. Expone, lo que según ella son causas para presentar una moción de censura, y por supuesto el caso de Socuéllamos no está entre ellos, a juicio de Fernández. Vamos, que solo le falta decir que la moción de censura únicamente es lícita cuando se trata de desalojar a un alcalde del Partido Popular, en el resto de casos, no vale. Toma democracia, como diría el cuervo Rockefeller, hábilmente manejado por José Luis Moreno. Y en estas andábamos cuando llega el fatídico 11-M y el Ayuntamiento de Ciudad Real, encabezado por la legítima perdedora de las elecciones, Pilar Zamora, pasa del tema. Es el primer año que el Ayuntamiento de Ciudad Real como institución, no hace ningún tipo de acto de recuerdo y homenaje a las víctimas del terrorismo. Ya pasó con el Día de las Enfermedades Raras y ahora con las víctimas del terrorismo. Su soberbia y la de su equipo les están llevando a dar la espalda a la sociedad. A una sociedad agradecida por los sacrificios que miles de compatriotas han tenido que llevar a cabo, a veces dando su vida, para que ahora podamos disfrutar de esta democracia consolidada y que, gracias a sus reglas del juego, ella pueda ser alcaldesa. De bien nacidos es ser agradecidos…
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