He intentado durante muchas semanas no hablar de la prima de riesgo. Estamos saturados de conceptos que apenas entendemos pero que sabemos que hacen un daño terrible a nuestras economías. El pasado jueves el Congreso de los Diputados convalidaba los Reales Decretos del Gobierno que establecen ajustes aún más duros y exigentes que los ya adoptados con anterioridad y aún así los famosos “mercados” no han reaccionado como se esperaba.
La prima de riesgo batió el viernes todos los límites y cerró en 610 puntos, tras alcanzar durante la sesión los 612 puntos. El Ibex registró su mayor caída desde el 14 de mayo de 2010: un 5,82%, lo que deja el selectivo en 6.246,3 puntos. La rentabilidad del bono español a diez años escaló hasta el 7,27%, mientras el interés del bono alemán caía a mínimos del 1,167%. El acuerdo del Eurogrupo para inyectar dinero a la banca española, con la aprobación de una línea de crédito de 100.000 millones, no sirvió para dar confianza a los mercados, tras solicitar la Comunidad Valenciana la ayuda del Fondo de Liquidez Autonómico y la presentación de las previsiones económicas aprobadas en el Consejo de Ministros, que prevén recesión hasta 2013 y un aumento del gasto del 9,2%.
Si echamos un vistazo a la prensa el panorama es desolador. Los diarios hablan abiertamente de «rescate» ante la «situación límite» de la prima de riesgo. «España entra en situación límite», titula EL PAÍS, que señala que «la desconfianza de los mercados alcanza el máximo histórico». EL MUNDO dice: «La prima se desboca a 610 puntos y empuja a España al rescate total». En la portada de ABC aparece una foto a gran tamaño del presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, bajo este titular: «BCE, ahora o nunca». «En manos de Draghi», dice el diario, que habla de «Viernes negro en España» con «España y el euro al límite». «Los mercados prueban la fortaleza del euro exprimiendo a la deuda española», dice el diario. En la misma línea, LA RAZÓN alude en su portada a «la hora del BCE». «Los especuladores se ceban con España ante la pasividad del BCE, que lleva 18 semanas sin comprar deuda», dice. «España entra en coma», apunta LA GACETA.
Para CINCO DÍAS «suenan todas las alarmas» ante la «espiral sin freno» en la que ha caído España. «La desconfianza hacia España roza lo inmanejable», dice y señala que «el pánico contagia a todos los valores listados en el Ibex». EL ECONOMISTA afirma que «sólo queda pedir el rescate», tras «fracasar el ajuste y ante la indiferencia europea».
Paralelamente desde la izquierda política y mediática se llama a los ciudadanos a manifestarse, a tomar e incendiar las calles de una forma totalmente irresponsable y que daña gravemente la imagen de España por no hablar de la fractura social que provoca.
Ante esto me pregunto: ¿Qué está haciendo Europa? Hace más de un mes en estas mismas páginas ya escribí que ahora es el turno de Europa. Necesitamos saber a dónde quiere ir para generar seguridad y confianza y necesitamos saber que el euro es un proyecto irreversible. España ya ha hecho sus reformas y los gobiernos de Rajoy y de Cospedal en Castilla-La Mancha están demostrando una responsabilidad y una seriedad económica fuera de toda duda. Insisto, ahora le toca a Europa.
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