Cuando hace algunos meses el Gobierno de Castilla-La Mancha, a través de la Consejería de Empleo y Economía, puso en marcha el Plan de Inversión y Creación de Empleo (PICE), se tuvo claro que el turismo tenía que ser parte fundamental de este plan. En relación a este sector el PICE tiene como objetivo posicionar Castilla-La Mancha como un destino turístico único, con personalidad propia, que ofrezca una propuesta turística variada y diferenciada, capaz de satisfacer las expectativas del visitante y del propio castellano-manchego. Dentro de esta reordenación del sector, se apuesta por productos consolidados como el turismo patrimonial, turismo activo, ecoturismo o turismo gastronómico. Se busca afianzar al viajero nacional e internacional que tradicionalmente visita Castilla-La Mancha, consolidar a los viajeros potenciales vinculados con alguno de los productos donde el destino disfruta de una posición dominante, y explorar mercados que representan una oportunidad asociada a una ventaja competitiva. Turespaña destaca que la actividad turística en nuestra región se centra principalmente en el turismo interno, donde en 2012 recibimos casi 10,4 millones viajes. Pese a todo, destaca que nuestra región cuente con casi 39 mil plazas de alojamiento turístico y un volumen de negocio de 1.583 millones de euros, “que le aseguran un peso creciente en su particular especialización turística”, según un informe que se puede encontrar en su página web.
Dentro de ese turismo patrimonial cercano a los sentidos destaca con fuerza el vinculado a nuestra Semana Santa. Desde el punto de vista turístico se han cumplido las previsiones más halagüeñas del sector hostelero con ocupaciones del 100% en algunos municipios y una media del 90% en el conjunto de la región. En la provincia de Ciudad Real y gracias también a una excelente climatología, hemos podido disfrutar de la magnífica Semana Santa que tenemos. En muchos de nuestros pueblos y ciudades las procesiones se han visto arropadas por miles de vecinos que exteriorizan así su fe y manifiestan una devoción que en muchos casos pasa de padres a hijos como herencia inmaterial. En la capital el Ayuntamiento de Ciudad Real, con su alcaldesa al frente, ha hecho un esfuerzo importante para que las Hermandades y Cofradías sólo se hayan tenido que preocupar de realizar su Estación de Penitencia. Campañas como la de “Encuentro de Pasiones” han posibilitado que todo el que nos ha visitado haya encontrado algún punto de interés y haya podido dejarse llevar por alguna “pasión”, ya sea la pasión por las procesiones, la pasión por la gastronomía o la pasión por la cultura y el patrimonio. Pero sin duda el evento que más gente ha congregado en la calle de nuestra ciudad han sido las procesiones. Procesiones que en Ciudad Real alcanzan cotas inigualables de belleza y perfección, con unas características y unas particularidades que la diferencian de otras de su entorno y que propiciaron que fuera merecedora del título de Semana Santa de Interés Turístico Nacional en 2006. Ese rico bagaje religioso y patrimonial lo debemos proteger entre todos y ser capaces de trasmitirlo a nuestros hijos para no perder esa religiosidad popular que a veces puede ser banderín de enganche para llegar a la verdadera fe. Feliz Domingo de Resurrección.
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