El asunto de las noticias falsas es un tema que preocupa a los Estados, porque bien manejadas pueden llegar no solo a crear estados de opinión, sino a movilizar a las masas. Se trata de un asunto antiguo pero que vuelve con fuerza bajo el paraguas de las nuevas tecnologías y las redes sociales, que ahora posibilitan casi todo. Ya en 1938, por no remontarnos más en la historia, la famosa emisión radiofónica dramatizada de la  “Guerra de los Mundos” de Orson Welles, sembró el pánico en las calles de Nueva York y Nueva Jersey cuando  hizo creer a los oyentes que sintonizaron la emisión y no escucharon la introducción previa, que se estaba produciendo un ataque marciano a la Tierra. Las comisarías de policía y las redacciones de periódicos y emisoras se bloquearon por las llamadas de oyentes aterrorizados y desesperados que intentaban protegerse de los ficticios ataques con gas de los marcianos. En los conflictos bélicos se han utilizado desde siempre técnicas de desinformación frente al enemigo, haciéndole creer, por ejemplo, que se iban a realizar determinadas operaciones en un sitio cuando en realidad era en otro diametralmente opuesto. También en 2013 el equivalente ruso a nuestro Jefe de Estado Mayor de la Defensa anunció que una de sus líneas de actuación al frente de las Fuerzas Armadas rusas sería esa, la desinformación, como si de un escenario bélico más se tratase. Las Fuerzas Armadas del resto de países han ido trabajando para dotarse de herramientas contra esa nueva amenaza y así en España, más o menos por aquellas fechas de 2013, se creó el Mando Conjunto de Ciberdefensa. Más cerca en el tiempo tenemos lo acontecido en Cataluña durante el simulacro de referéndum del pasado 1 de octubre. Los medios afines al independentismo, junto a las redes sociales, hicieron creer a todo el mundo que había un número alto de heridos. Para ello no dudaron en utilizar fotografías de un menor herido en una manifestación años atrás y que por tanto nada tenía que ver con el día en cuestión.

Sirva esta introducción llamémosle “seria”, para recoger una noticia que ha circulado estos días por los whatsapp de los ciudadrealeños. Se trata de una noticia falsa que da muestra del hartazgo de los vecinos ante una dejación de funciones por parte del equipo de Gobierno en todo lo que tiene que ver con el mantenimiento de las vías públicas. Los que se preocuparon de cambiar el nombre de algunas calles, no se preocuparon de asfaltarlas. No se preocuparon de los acerados ni del mobiliario urbano de las mismas. Así, debido al estado del firme, alguien con sentido del humor ha hecho circular la noticia de que Ciudad Real había sido elegida para la dura prueba del París-Dakar, precisamente porque “sus calles son la prueba más dura desde que la carrera no pasa por África. Tienen el asfalto tan erosionado que compiten con las peores pistas andinas, con socavones capaces de engullir camiones que las autoridades han dado por desaparecidos”. La realidad es que son muchas las calles de nuestra ciudad que no tienen el asfalto en condiciones. Además hay fondos económicos disponibles, por lo que no se entiende cómo tras casi tres años de gobierno municipal de PSOE y Ganemos, no se haya asfaltado prácticamente ninguna calles. Situaciones sangrantes como la de Avenida de los Reyes Católicos, más deteriorada cada día que pasa, casi todas las calles del centro urbano: barrio de la morería, barrio del Perchel; pero también en el barrio de los Ángeles o en el barrio del Pilar necesitan actuaciones urgentes. En definitiva, se trata de que sean capaces de gestionar y de atender las demandas de los vecinos. Cuatro años dan para mucho, si se tienen ganas de hacer cosas.

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Written by Miguel Angel Rodríguez
He sido muchas cosas, ahora solo un ciudadano de a pie que expresa su opinión sobre los asuntos de su interés, que son variados. Si no os gusta lo que leéis podéis seguir circulando. Sin acritud. Per aspera ad astra.