Ha calado en el imaginario colectivo la idea de que cuando una corporación cumple los cien días de mandato, tiene obligación de hacer balance de lo que ha hecho en ese periodo de tiempo. Sucede que a veces, si no has hecho nada de provecho, parece más conveniente no hacer balance y pasar de puntillas por la efeméride. Algo así le ha debido pasar al Grupo socialista de nuestra ciudad, que cuando se juntaron a hacer balance le salía un saldo a su favor tan paupérrimo que decidieron hacerse la foto, decir que los próximos cien días serán fetén y poco más. Y es que han estado más ocupados en rebuscar posibles fallos del anterior equipo de Gobierno y en satisfacer las demandas de sus socios de Ganemos, que en definir un modelo de ciudad. Decía el general estadounidense Dwight D. Eisenhower que, cuando se preparaba para la batalla, siempre había encontrado que los “planes” son inútiles, pero que la “planificación” era indispensable. En el mundo de la política todos estamos acostumbrados a ver políticos “sastre”. Sastres porque se dedican a “tomar medidas” una y otra vez, y a hacer “planes” que rara vez se llevan a efecto o son inútiles. Frente a esos políticos “sastre”, tenemos a otro tipo de políticos. Los que tienen un modelo de ciudad o de región en la cabeza y planifican sus actuaciones en función de ese modelo de ciudad al que se quiere llegar. Por desgracia en Ciudad Real nos encontramos ahora ante ese modelo de políticos “sastre”. Falta planificación y gobiernan a golpe de ocurrencia. A día de hoy ya se han metido en charcos a cuenta de la remunicipalización de los contratos y de la zona azul. Los trabajadores de la televisión municipal y los trabajadores de la empresa de parques y jardines se enteraron por la tele, durante el transcurso del Pleno, que iban a ser despedidos. En el mismo pleno en el que estábamos pidiendo que no se despida a los trabajadores de ELCOGAS en Puertollano, el PSOE y sus socios de Ganemos decretan el despido de casi 80 trabajadores de Ciudad Real que parece ser que son menos importantes que los de otros municipios.
No nos debemos sorprender. Ese es el modelo de la izquierda. El modelo del gasto desmedido, de la mediocridad y del desempleo. Un modelo que busca acabar con el desarrollo socioeconómico de nuestra ciudad y aboga por el modelo de la subvención. Septiembre está a punto de finalizar y ya parece que en Ciudad Real nos hemos quedado también sin feria de la caza. En septiembre del año pasado se celebró en nuestra ciudad el I Congreso Nacional de Turismo Cinegético. Dicho congreso tenía como objetivo promocionar nuevos productos especializados entre los cazadores que llegan a Castilla-La Mancha para que amplíen su estancia y además, hacer partícipes a sus familiares y amigos en esos desplazamientos y actividades. También buscaba apoyar el desarrollo y profesionalidad de los empresarios, tanto cinegéticos como turísticos, para que ofreciesen unos servicios de calidad alineados con las nuevas tendencias y estrategias comerciales en la captación de turistas cinegéticos. En definitiva, un congreso que situó a Ciudad Real como capital española de la caza durante ese fin de semana y que nació gracias a la visión estratégica de Rosa Romero que, una vez más, puso a nuestra ciudad como ejemplo a seguir en cuanto a diseño y búsqueda de un modelo de ciudad con marca propia. En este caso, puso a Ciudad Real como centro neurálgico de la caza, actividad que genera riqueza, crea empleo, cuida el medio ambiente y posibilita que miles de familias en nuestra provincia y en nuestra región puedan vivir. ¿Y el modelo de ciudad de Pilar Zamora para cuándo? ¿Tendremos que esperar otros cien días con sus cien noches?
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