El viernes a media mañana la Conferencia Episcopal anunciaba el nombramiento del palentino Gerardo Melgar, hasta entonces Obispo de Osma-Soria, como nuevo Obispo de Ciudad Real. Cuando el próximo 21 de mayo tome posesión canónica de la Diócesis, se convertirá oficialmente en el duodécimo Obispo de Ciudad Real y Prior de las Órdenes Militares de Calatrava, Santiago, Alcántara y Montesa, coletilla ésta a la que los ciudadrealeños no le damos especial importancia, pero que debería hacernos sentir orgullosos de ser depositarios de la tradición histórica, cultural y nobiliaria que suponen las Órdenes Militares españolas. En el escudo de monseñor Melgar figura en latín el lema “Te basta mi gracia”. Es lo que le dijo Cristo a Pablo cuando sintió la sensación de indignidad, de pequeñez, de «poca cosa» frente a la grandeza de la misión. Ignoro si monseñor Melgar se siente así ante la nueva misión encomendada de dirigir la Iglesia de Ciudad Real, pero a buen seguro los fieles de la Diócesis se lo pondremos fácil. Estamos deseando escuchar al pastor. Sabemos que el que escucha al Obispo crece en la «inteligencia de la fe», porque ellos poseen, por la sucesión apostólica, el «carisma de la verdad» (Cat. Igl. Cat. Nº 94, final). Bienvenido a esta llanura manchega en la que sus actuales dirigentes políticos, perdedores en las urnas, están haciendo cosas que la mayoría del pueblo no queremos.
Los nuevos tiempos en política, harán que usted tenga que convivir con sonrisas aduladoras y buenas palabras de frente, mientras que por detrás se toman decisiones que perjudican a lo que tiene que ver con la religión católica. En la Junta de Comunidades el socialista García-Page ha anunciado que, en los presupuestos de la Junta para 2016, se congela la aportación a la educación concertada en la región y que en los presupuestos posteriores esta financiación se irá “reduciendo progresivamente”. También el pasado mes de febrero el PSOE y PODEMOS de Castilla-La Mancha presentaron conjuntamente una Proposición No de Ley en las Cortes autonómicas para dejar de subvencionar los servicios religiosos en los hospitales públicos y residencias de la tercera edad. Una deriva radical injusta e incomprensible. Pero es que aquí las cosas no van mejor. Tras la supresión de la subvención finalista a la Hermandad de la Virgen del Prado, y el intento fallido de quitar la subvención a la Asociación de Cofradías de Semana Santa, siguen intentando atacar de alguna manera a las tradiciones culturales y religiosas de nuestra ciudad. La penúltima (porque habrá más) decisión incomprensible de Pilar Zamora y su equipo, ha sido eliminar la figura de Dulcinea Infantil y sus damas en las próximas fiestas de la Pandorga. Desde que en los años 60 del pasado siglo el Ayuntamiento asumiera la organización de la Pandorga, esta figura ha existido siempre. Pero fue desde principios de los 80 cuando esta figura se consolidó. El pandorgo Samuel Guerrero recoge en su libro “la Pandorga, el Pandorgo y la Dulcinea” que fue la recordada Pura Cano la que en 1979-1980 inició esta tradición para las niñas de nuestra ciudad. Además incluye la lista de Dulcineas Infantiles desde 1979 hasta 2003, fecha de publicación de la obra. Zamora se ha cargado de un plumazo y sin contar con nadie una tradición de casi 40 años y desde luego estamos convencidos que solo es una avanzadilla hacia el objetivo principal, que no es otro que acabar con los pandorgos y con la propia celebración de la Pandorga tal y como la conocemos, por imposición de GANEMOS que la sustenta en el sillón de la alcaldía sin haber ganado las elecciones. Madre del Prado, no te preocupes que este año las manos pequeñas y puras de tus niñas te seguirán haciendo la ofrenda como cada año, le guste o no a los que nos gobiernan. Y desde luego cuando vuelva a gobernar el Partido Popular habrá dulcineas infantiles y no se atacarán nuestras tradiciones ni nuestra cultura.
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