Cuando uno lee una noticia siempre se queda con la parte de ella que más le interesa por una razón u otra, y tiende a obviar lo demás. Hace pocos días conocimos las cifras de los Presupuestos Generales del Estado y las cifras y previsiones recogidas en los Presupuestos de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha para 2015. Enseguida los portavoces de los partidos de la oposición tiraron de argumentario para señalar las pocas inversiones que, según ellos, llegan a nuestros pueblos y ciudades cuando de haber gobernado ellos, esas inversiones hubiesen llegado como el maná milagroso y abundante del Antiguo Testamento, enviado por Dios a los israelitas que vagaban por el desierto. El maná socialista, por desgracia, no llegaba a todos. Se quedaba en pocas manos y no servía para alimentar al pueblo, sino para agrandar un agujero enorme de deudas y trampas que aún a día de hoy siguen aflorando. Pero aparte de las inversiones en ladrillo a las que el PSOE da tanta importancia, los presupuestos de la Junta invierten en las personas. En este punto me gustaría destacar el anuncio de la presidenta Cospedal de la próxima puesta en marcha en 2015 de un Plan de Apoyo a la Maternidad, herramienta integrada dentro del Plan de Apoyo a la Familia del Ejecutivo, que estará dotado con 6 millones de euros y que dispondrá de una red de centros especializados de atención a las mujeres embarazadas a lo largo de toda la región donde encontrarán «apoyo y asesoramiento».
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