La semana pasada Ciudad Real estuvo presente en FITUR, la Feria Internacional del Turismo. Allí, la primer edil se subió al escenario para presentar el nuevo lema o eslogan, entendido como la fórmula breve y original utilizada para la publicidad y la propaganda, que atraiga turistas a nuestra ciudad. Si el año pasado invitaba a los posibles visitantes a “aventurarse” en Ciudad Real, este año la palabra elegida era “Vívela”. Desde luego cumple la condición de breve, aunque no parece muy original. Desconocemos el impacto que tuvo la primera campaña, no sabemos cuántos turistas decidieron aventurarse por las calles de nuestra ciudad, pero lo que sí sabemos es que una vez más Ciudad Real se presentó en FITUR sin los deberes hechos. Así no podemos pretender atraer a ningún turista. La señora Zamora se dedicó a enumerar todos los meses del año diciendo los atractivos que cada mes contenía. Enero, la cabalgata de Reyes. Como si fuésemos el único sitio en que se celebra. Diciembre “llega otra vez la Navidad” proclamó, como si ese hecho por si solo bastase para atraer turistas. Y como no, las tapas. Nombró casi de pasada la Pandorga y la Semana Santa. De la primera dijo que se está trabajando para lograr su declaración de Interés Turístico Nacional, y de la segunda, que ya lo es, apenas unas palabras sin concretar ningún tipo de actuación de cara a seguir manteniendo ese sello nacional. Por no hablar no habló ni del guardapasos, que hace un año que anunció que se harían obras de mejora en el mismo y ya en los albores de la Semana Santa vemos que fue un nuevo engaño a los cofrades ciudadrealeños. Quizá como el resto de obras y actuaciones, que siguen en lista de espera, las está reservando para fechas más cercanas a las elecciones. Sinceramente con el estado actual de la ciudad, con ruido e inseguridad en la zona centro, con las zonas verdes cada vez más menguadas, con las aceras impracticables, con los contenedores rebosantes y con las calles llenas de baches, han hecho bien en retirar el eslogan que invitaba a aventurarse en nuestra ciudad, porque un paseo por sus calles adquiere tintes de aventura, cuando no de odisea. El estado de postración y de parálisis que presenta nuestra ciudad bien merecería que el lema elegido hubiera sido “Revívela”, refiriéndose a la ciudad, en vez de “vívela” que se antoja insuficiente. Revivir, eso es lo que le hace falta a la capital de la provincia. Hace unos días el propio presidente de la Diputación, del mismo partido que la señora Zamora, dijo textualmente en una entrevista refiriéndose a Ciudad Real: “la ciudad tiene que modernizar sus servicios y los barrios y asumir que es la capital de la provincia y aspirar a tener más protagonismo en el desarrollo económico provincial” Implícitamente nos da la razón y un fuerte varapalo a Pilar Zamora cuando viene a decir veladamente lo que venimos diciendo nosotros: que nuestra ciudad está perdiendo oportunidades de modernización ( recuerden que Zamora renunció nada más tomar posesión a una subvención ya concedida de 800.000 euros para esta cuestión, solo porque la pidió el anterior equipo de Gobierno del PP) y que no asume que es la capital de la provincia y por tanto está renunciando a liderar el desarrollo económico de la misma. Se que me contestarán que esta misma semana, el próximo día 26, el presidente de la Junta, García-Page, presentará un Plan Estratégico para nuestra ciudad con un horizonte hasta 2025. Un plan que anunciará millonarias inversiones, supongo, pero todas más falsas que un duro de madera, porque en los presupuestos de la Junta no viene ni un céntimo para inversiones en Ciudad Real. Y encima en casi tres legislaturas, tendrán cara. Dirán algo sobre el pabellón ferial. Una inversión de la Diputación en un inmueble de su propiedad que llega diez años tarde y que da nuevamente la razón al Partido Popular que ya en 2007 decía que la solución no era hacer un nuevo pabellón en Miguelturra, como quería el PSOE, sino en hacer obras de ampliación en el que ya existía. Por cierto, esa idea del PSOE de llevarse el pabellón a Miguelturra estaba capitaneada por el entonces portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, Ángel Amador, y por su equipo de concejales entre los que ya estaba Pilar Zamora. Por si no se acordaba.
El asunto de las noticias falsas es un tema que preocupa a los Estados, porque bien manejadas pueden llegar no solo a crear estados de opinión, sino a movilizar a las masas. Se trata de un asunto antiguo pero que vuelve con fuerza bajo el paraguas de las nuevas tecnologías y las redes sociales, que ahora posibilitan casi todo. Ya en 1938, por no remontarnos más en la historia, la famosa emisión radiofónica dramatizada de la “Guerra de los Mundos” de Orson Welles, sembró el pánico en las calles de Nueva York y Nueva Jersey cuando hizo creer a los oyentes que sintonizaron la emisión y no escucharon la introducción previa, que se estaba produciendo un ataque marciano a la Tierra. Las comisarías de policía y las redacciones de periódicos y emisoras se bloquearon por las llamadas de oyentes aterrorizados y desesperados que intentaban protegerse de los ficticios ataques con gas de los marcianos. En los conflictos bélicos se han utilizado desde siempre técnicas de desinformación frente al enemigo, haciéndole creer, por ejemplo, que se iban a realizar determinadas operaciones en un sitio cuando en realidad era en otro diametralmente opuesto. También en 2013 el equivalente ruso a nuestro Jefe de Estado Mayor de la Defensa anunció que una de sus líneas de actuación al frente de las Fuerzas Armadas rusas sería esa, la desinformación, como si de un escenario bélico más se tratase. Las Fuerzas Armadas del resto de países han ido trabajando para dotarse de herramientas contra esa nueva amenaza y así en España, más o menos por aquellas fechas de 2013, se creó el Mando Conjunto de Ciberdefensa. Más cerca en el tiempo tenemos lo acontecido en Cataluña durante el simulacro de referéndum del pasado 1 de octubre. Los medios afines al independentismo, junto a las redes sociales, hicieron creer a todo el mundo que había un número alto de heridos. Para ello no dudaron en utilizar fotografías de un menor herido en una manifestación años atrás y que por tanto nada tenía que ver con el día en cuestión.
Sirva esta introducción llamémosle “seria”, para recoger una noticia que ha circulado estos días por los whatsapp de los ciudadrealeños. Se trata de una noticia falsa que da muestra del hartazgo de los vecinos ante una dejación de funciones por parte del equipo de Gobierno en todo lo que tiene que ver con el mantenimiento de las vías públicas. Los que se preocuparon de cambiar el nombre de algunas calles, no se preocuparon de asfaltarlas. No se preocuparon de los acerados ni del mobiliario urbano de las mismas. Así, debido al estado del firme, alguien con sentido del humor ha hecho circular la noticia de que Ciudad Real había sido elegida para la dura prueba del París-Dakar, precisamente porque “sus calles son la prueba más dura desde que la carrera no pasa por África. Tienen el asfalto tan erosionado que compiten con las peores pistas andinas, con socavones capaces de engullir camiones que las autoridades han dado por desaparecidos”. La realidad es que son muchas las calles de nuestra ciudad que no tienen el asfalto en condiciones. Además hay fondos económicos disponibles, por lo que no se entiende cómo tras casi tres años de gobierno municipal de PSOE y Ganemos, no se haya asfaltado prácticamente ninguna calles. Situaciones sangrantes como la de Avenida de los Reyes Católicos, más deteriorada cada día que pasa, casi todas las calles del centro urbano: barrio de la morería, barrio del Perchel; pero también en el barrio de los Ángeles o en el barrio del Pilar necesitan actuaciones urgentes. En definitiva, se trata de que sean capaces de gestionar y de atender las demandas de los vecinos. Cuatro años dan para mucho, si se tienen ganas de hacer cosas.
Volvemos a escribir en esta sección tras las vacaciones forzosas. Y puesto que no he podido felicitar la Navidad a mis lectores, al menos desde estas páginas, lo hago a toro pasado deseando de corazón que hayan sido buenas y felices. Hoy ya es ocho de enero. Ha pasado la resaca festiva y volvemos a la casilla de salida en lo tocante a la actividad municipal. Y además empezamos 2018 peor de lo que empezamos el anterior ya finiquitado. A día de hoy, el Ayuntamiento de Ciudad Real no tiene presupuesto. Ni está ni se le espera como dijo el gran Sabino Fernández Campo. Sigue tirando con el del año anterior, por lo que si por fin vemos alguna obra o alguna inversión este año será de ejercicios anteriores, que las van arrastrando como los malos estudiantes con las asignaturas de un año para otro. Esas inversiones que están “en lista de espera”, como reconoció en un Pleno el concejal de Hacienda. Lo que les gustarán las listas de espera a los socialistas… no supo aclararnos a qué esperaban las inversiones, suponemos a que estén más cerca las elecciones y que la primera edil se dedique a inaugurar cosas todos los días, que de momento el chaleco verde y el casco lo tiene a estreno. El que no haya presupuestos a estas alturas no es sino la constatación de un fracaso. De un fracaso de gestión protagonizado por PSOE y GANEMOS que tiene como actores secundarios a los vecinos de Ciudad Real, rehenes de sus luchas partidistas y de sus estrategias. De un fracaso de gestión de los que se unieron, no para trabajar por Ciudad Real y sus gentes, sino de los que se unieron única y exclusivamente para impedir que gobernase el Partido Popular que fue quien ganó las elecciones. Y esto lo vuelvo a recordar porque se que a la inquilina de la Casa Consistorial le molesta bastante recordarlo. Normal, a mi también me daría vergüenza ocupar ese puesto sin ganar las elecciones y sacando 9 concejales. Cada vez es más evidente su ineficacia. Se pasaron los seis primeros meses de su mandato rebuscando en los cajones cosas que echar a la cara al anterior equipo de Gobierno. Crearon una comisión que ellos pomposamente llamaban “de la verdad” y ese comisión certificó “la verdad”, que todos los contratos que llevaron a esa comisión estaban bien hechos. Ahora no quieren llevar los suyos a esa comisión. Algo temerán. Además Ciudad Real está perdiendo el peso y el prestigio que tuvo como capital. La señora Zamora, sumisa a García Page asiste impasible al maltrato al que nos somete el Ejecutivo regional sin alzar la voz. Solo se queja de Rajoy, que es quien está invirtiendo en Ciudad Real, baste recordar los diez millones de euros de EDUSI que este equipo de perdedores va a malgastar, dejando pasar una oportunidad histórica para nuestra ciudad. El PSOE de Page nos ha “agraciado” con un centro regional de Folclore que nadie ha pedido porque nuestras prioridades son otras. Bienvenido sea ese centro si viene acompañado de otras cuestiones más prioritarias como infraestructuras de transporte y actuaciones en inmuebles propiedad de la Junta y que corren riesgo de desaparecer ante la pasividad del Ayuntamiento que alega que “no son prioritarios”. Realmente para la señora Zamora y los suyos lo único prioritario es mantenerse en la poltrona.
Si tengo que extraer algo positivo de todas estas reflexiones es que tengo la certeza que será el último año completo de anti gestión de la señora Zamora y los suyos.
La capacidad de adaptación al medio de la señora Zamora es sorprendente. No hay un acto en el que participe y en el que le den la oportunidad de hablar, en el que no se mimetice con el entorno, pero no para pasar desapercibida como el camaleón, sino para intentar destacar. Si acude a un acto cofrade, pese a la evidente incomodidad en la que se encuentra, es la más cofrade. Y recuerda sus tiempos adolescentes y su fervor mariano. Sucede que después le quita las subvenciones a las cofradías y eso ya no es muy cofrade. Si va a un acto en el Colegio de Abogados, ella es una colegiada más. Faltaría más. Si el acto es con empresarios, ella recuerda sus tiempos de joven empresaria. Pero es que si va a un acto con agricultores, como en la comida de ASAJA, ella es la más agro del lugar y recuerda con orgullo que su familia procede del campo (como la de casi todos en esta tierra manchega de vides y olivos). Pero aquí también omite los detalles. Tras decir que “como hija de agricultor, ella siempre estará al lado de los agricultores”, no dice que cuando el Partido Popular le propuso hace escasos dos meses rebajar el tipo de gravamen del Impuesto de Bienes Inmuebles para usos agrícolas, ella se negó. Es la más rural, pero no les quiso bajar los impuestos a los agricultores a los que dice apoyar. Pues así con todo. Me recuerda a la canción de la inolvidable Cecilia, esa en la que la dama era “la novia en la boda, el niño en el bautizo…”
A los trabajadores de parques y jardines de la contrata municipal, que hace unos días se manifestaron ante el Ayuntamiento, no les dijo que era jardinera, ni siquiera aficionada. No se lo dijo porque no bajó a hablar con ellos, que si no se lo hubiera dicho. Mandó a un concejal que nada tiene que ver con el tema. No habló con ellos el concejal de Hacienda. No habló con ellos la concejal de medio ambiente, ni siquiera la concejal portavoz. Mandó al concejal de policía, que digo yo que fue excesivo, porque los manifestantes fueron respetuosos en todo momento. Además no se siente identificada con ellos. Sus problemas, sus inquietudes y sus tensiones ante un incierto horizonte laboral, a Zamora le dan igual. Y le dan igual porque es ella la que ha generado esos problemas, esas inquietudes y esas tensiones. Porque conviene aclarar que la propuesta que aprobó la Junta de Gobierno el pasado jueves y que se vendió por parte del equipo de Gobierno como la solución definitiva a la incertidumbre de los trabajadores, es un “volver a empezar” en un problema que crearon Pilar Zamora y sus socios de Ganemos/Podemos. Un problema que no ha hecho sino crecer en estos dos últimos años y medio, siendo ahora la Mesa de Contratación del Ayuntamiento, convocada para el lunes 18, la que debe negociar las nuevas condiciones económicas de la prórroga con la empresa, ya que, de momento, lo único que se ha aprobado de forma unilateral por el Ayuntamiento es la continuidad en la prestación del servicio por parte de la empresa, algo que, no garantiza la totalidad de los puestos de trabajo. Por ello el Grupo Popular presentará una moción en el próximo Pleno del Ayuntamiento (moción que ya conocen los trabajadores), pidiendo que se garanticen los puestos de trabajo de una vez por todas y que se incluya claramente en el pliego de condiciones una cláusula que lo especifique. Definitivamente parece que Zamora le tiene manía a estos trabajadores.
Hace escasas fechas se conmemoraba el Día Internacional de las Personas con Discapacidad. Cada día del año tiene algún tipo de conmemoración y las Administraciones Públicas ese día leen un manifiesto y hacen cualquier actividad, o hacen un pleno, o publican una carta en el periódico. A veces hasta las tres cosas al mismo tiempo. Lo que pasa es que al afectado, al que sufre, esas cosas no le solucionan nada. Está bien para visibilizar como se dice ahora, pero poco más. En Ciudad Real, en el caso del día anteriormente mencionado, se celebró un acto algunos días después por parte del Ayuntamiento y además el presidente de la Junta de Comunidades, García Page, publicó una carta en el periódico. Una carta en la que decía que “se va a elaborar una Ley de Protección y Apoyo Garantizado para Personas con Discapacidad en la Región que será la más avanzada, la más moderna y la más garantista” para proteger a las personas con discapacidad. Bienvenida sea esa norma si no se queda en papel mojado para sacar un titular con el que tapar la ineficacia de unas políticas sociales que los socialistas han manoseado hasta la náusea. García Page estuvo cuatro años utilizando políticamente a los dependientes, a los mismos que dejaron sin presupuesto y abandonados cuando gobernaron y obviando que tuvo que ser el Gobierno presidido por Cospedal de 2011 a 2015 el que aportase los 130 millones necesarios para pagar las ayudas y prestar los servicios puestos en riesgo tras los anteriores años de gobiernos despilfarradores del PSOE. También es necesario recordar que fue en 2014 cuando se aprobó en Castilla-La Mancha la Ley de Garantías para las Personas con Discapacidad bajo la presidencia de María Dolores Cospedal. Una ley que se elaboró para garantizar la igualdad de oportunidades, la no discriminación y la inclusión de las personas con discapacidad de acuerdo con lo previsto en la legislación nacional y la Convención Internacional de Derechos de las Personas con Discapacidad. Logró asegurar la transversalidad de las políticas de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha que afectan a las personas con discapacidad y establecer los principios para la protección de los derechos de las personas con discapacidad en el ámbito de nuestra región. Sorprende por tanto este nuevo anuncio de Page, tras más de dos años y medio de gobierno. Más de dos años y medio en los que hemos podido ver que incluso la Plataforma de la Dependencia ha nominado a Page al premio “gente sin alma”. Y sorprende más cuando ya la viene pregonando desde el pasado mes de junio y la nueva ley anunciada no puede ser más que un desarrollo de la vigente norma aprobada en 2014, como ya he dicho más arriba. No debería estar permitido hacer política ni con los sentimientos ni con las personas que sufren.
También hace unos días, el 5 de diciembre, el Diario Oficial de la región publicaba una resolución convocando ayudas para sufragar los gastos de las personas con discapacidad entre noviembre de 2016 y diciembre de 2017. Sucede que cuando esta convocatoria se resuelva, ya estaremos en 2018. El truco está en querer hacer pasar estas ayudas como si fueran de 2017, pero solo podrá hacerlas efectivas y pagarlas con el presupuesto de 2018. Este es el tipo de triquiñuelas que no se pueden consentir y, por supuesto, de esto no habla en su escrito para conmemorar el Día Internacional de las Personas con Discapacidad. Un día en el que se debería hacer más y prometer menos.
Hoy es 8 de diciembre y en las unidades y acuartelamientos del Arma de Infantería desde Melilla hasta Oviedo, desde Ronda hasta Palma de Mallorca, desde Badajoz hasta Canarias y, en definitiva, en cualquier punto de España o del extranjero donde se encuentre desplegado un Infante, se celebrará la Patrona del Arma, la Inmaculada Concepción. Pero si hay un lugar donde esa celebración tiene una significación especial es en Toledo, sede de la Academia de Infantería, donde se forjan los futuros oficiales y suboficiales del Arma.
Este año la celebración será especial porque se da la circunstancia de que se celebran 125 años desde la proclamación oficial de la Inmaculada Concepción como Patrona del Arma de Infantería en el año 1892, si bien desde 1585 ya era venerada como tal por nuestros Tercios Viejos, los antecedentes de las actuales unidades de la Infantería española. El conocido como “Milagro de Empel” se considera como el antecedente del nombramiento de la Inmaculada Concepción como Patrona de la Infantería Española, pero no se oficializaría hasta algo más de trescientos años después, una vez que la Bula Pontificia «Ineffabilis Deus» del 8 de diciembre de 1854 proclamase como Dogma de Fe católica la Concepción Inmaculada de la Virgen Santísima. Algunos años más tarde, el 12 de noviembre de 1892 a solicitud del Inspector del Arma de Infantería del Ejército de Tierra, por Real Orden de la Reina Regente Doña María Cristina de Habsburgo-Lorena, se declara Patrona del Arma de Infantería a Nuestra Señora la Purísima e Inmaculada Concepción. Por ello hoy en la Plaza de Armas de la Academia toledana se celebrará el acto militar central de la Infantería española en honor a su Patrona.
La historia de la formación militar de los infantes se remonta hasta 1850 con la creación del Colegio de Infantería, pero tras algunas vicisitudes es en septiembre de 1948 cuando los Caballeros Alféreces Cadetes del Arma retornan a la Ciudad Imperial, alojándose en el actual recinto académico construido en terrenos de la margen izquierda del tajo, dando frente a su antiguo solar, el Alcázar toledano destruido completamente durante la Guerra Civil. En 1974 se determina la fusión de la Academia con la Escuela de Aplicación y Tiro de Infantería, conservándose el nombre de Academia de Infantería hasta nuestros días. Aquí se conservan las tradiciones de la Infantería española pero es un centro de estudios moderno adaptado a las nuevas tecnologías, las últimas investigaciones y los más sofisticados materiales que forman parte de los planes de estudios, para que todos aquellos que pasan por sus aulas se encuentren a la altura del resto de ejércitos de nuestro entorno. La Academia de Infantería depende del Mando de Adiestramiento y Doctrina del Ejército a través de su Dirección de Enseñanza. Como hemos dicho es el centro docente militar responsable de impartir las enseñanzas necesarias para la formación y perfeccionamiento del personal militar de Infantería. Actualmente se imparte el quinto curso a los oficiales, que realizan los cuatro cursos anteriores en la Academia General Militar de Zaragoza. También se imparte formación a los suboficiales que realizan el resto de su período formativo en la Academia General Básica de Suboficiales de Talarn (Lérida). Además en la Academia se realizan los siguientes cursos: curso avanzado de unidades acorazadas y mecanizadas para oficiales, curso de instructor avanzado de tiro de unidades acorazadas y curso de instructor de tripulaciones. En el acuartelamiento de la Academia se encuentran también un centro de comunicaciones, la Escuela Central de Educación Física, la Residencia Militar y anexo al acuartelamiento se encuentra el campo de maniobras y tiro ‘Los Alijares’. Sin duda hoy será un gran día en la Academia y cuando resuene su himno todos recordaremos que, en momentos de tribulación, siempre nos quedará la fiel Infantería.
Esta semana se conmemora el 39 aniversario de la Constitución Española, la más longeva de la historia del constitucionalismo español. Fue el 6 de diciembre de 1978 cuando el pueblo español, con un 88% de los votos, dio su respaldo al proyecto de Constitución aprobado por las Cortes Generales, elegidas democráticamente el 15 de junio de 1977. Con ejemplar responsabilidad y sentido constructivo, los españoles nos dotamos de una norma constitucional que proclama en su artículo 1 el principio fundamental de nuestro sistema de convivencia política, al afirmar que “España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político”. El amplio consenso entre las fuerzas políticas de la época, tan dispares en sus planteamientos ideológicos previos, son la mejor prueba de la enorme generosidad de todos en aras a lograr el acuerdo, defender el bien común y superar los enfrentamientos del pasado, remando todos en la misma dirección, con el fin de convertir a España en una democracia moderna, reconociendo además, el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas, tal como proclama el artículo 2. Los esfuerzos por buscar puntos de confluencia y la capacidad de anteponer el sentido de Estado a las legítimas aspiraciones de los partidos políticos dieron como fruto una Constitución que ha permitido a España consolidar su régimen democrático y progresar en todos los ámbitos: crecimiento económico, desarrollo social, igualdad y pluralismo. Una altura de miras que muchos ciudadanos echan en falta en algunos partidos políticos actuales, que anteponen sus intereses de partido por encima del interés general. De hecho, ante una moción del Grupo Popular en el pasado pleno, que solo buscaba un posicionamiento a favor de realizar actos conmemorativos durante 2018 para festejar debidamente los 40 años de vigencia de la Constitución el Grupo Ganemos, no se si influenciados por PODEMOS, decidió votar en contra.
Releo en estas fechas un largo artículo de don Manuel Fraga, uno de los Padres de la Constitución, titulado “Proyecto España” y que se publicó originariamente el 15-II-1991 en ABC. Decía don Manuel que: “El consenso de los años 70 tuvo tres bases, todas importantes. La primera fue arreglar las cosas por las buenas y no por las malas como tantas otras veces en nuestra Historia. La segunda fue decir que no, con garantías, a determinadas fórmulas que determinados sectores del país rechazaban; por eso se pusieron tantas garantías procesales y de control de la Constitución. La tercera fue el establecimiento de normas parlamentarias y democráticas como método para adoptar decisiones políticas”. Entre esas garantías procesales y controles se encuentran artículos como el 155 que quizá los “Padres de la Constitución” no pensaron que algún día, 39 años después, se tendría que activar. En el mencionado artículo del ABC Fraga también abogaba por una España múltiple y plural. “Nos podemos permitir el lujo (decía Fraga) de ser a la vez españoles y gallegos, españoles y catalanes, y así sucesivamente. Somos una realidad indestructible, hecha de partes autónomas también indestructibles”. A ver si algunos se aplican el cuento.
En la vida no hay nada peor que no saber qué quieres. No saber si vas o si vienes y dejarte llevar cual brizna de hierba donde te lleve el viento. Que viene cierzo, allá que vamos a donde nos empuje. Que viene ábrego o solano, otro viraje. En política hay quien cree que diciendo cada día una cosa y sobre todo, diciendo lo que quieren oír los posibles votantes, van a llegar muy lejos. A Ciudadanos y a su líder carismático Albert Rivera les ocurre algo parecido. Y contagia a sus franquicias en el resto de España esa conducta errática. Aún recuerdo cuando el líder carismático en noviembre de 2015 pidió una intervención española en la guerra de Siria junto a la OTAN diciendo “nadie quiere la guerra, pero lo que tampoco podemos pensar es que vamos a acabar con el Estado Islámico, con su financiación, con su lavado de cerebro a tantísimos jóvenes, con un minuto de silencio”. Tenía razón, pero dijo esto sin que ningún socio de la coalición militar contra Daesh hubiera pedido una mayor implicación española y no quiero pensar lo que hubiera pasado, y lo que hubiera dicho Rivera, si el Gobierno hubiera participado en una operación terrestre con posibilidad cierta de bajas. Mesura Albert, mesura. Por poner algún ejemplo más cercano, sin remontarme muy atrás porque vemos que ejemplos hay muchos, aún tengo fresca en la memoria la portada de algún diario como El MUNDO, en su edición del 3 de septiembre (hace poco más de dos meses), en la que se podía leer: “Sánchez y Rivera aconsejan a Rajoy que no aplique el 155”. Cambió el viento y a los pocos días Rivera no sólo quería el 155 ya, pero ya, sino que un poco más y pide que salgan los tanques como pidió para Siria. Pasó de no querer el 155 a quererlo más que nadie en menos que canta un gallo. Y ahora están enarbolando la bandera de la equiparación salarial entre policías y guardias civiles con las policías autonómicas. Y otra vez llega tarde. No creo que nadie dude de mi compromiso personal con nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. No solo creo que deben cobrar más, sino que pienso que son los mejores de entre nosotros y que en el caso de la Guardia Civil si no existiera habría que inventarla, por la impagable labor que hacen en toda España y en especial en el medio rural. En honor a la verdad hay que decir que entre las 150 medidas que Ciudadanos pactó con el PP para apoyar la investidura de Rajoy, no figuraba ninguna petición para estos colectivos. Sí para investigación, para autónomos, para emprendedores, para el cambio climático, un plan de choque contra el desempleo, mejorar la transparencia pública, una ley básica de Servicios Sociales, programas de refuerzo educativo…, pero en las cuarenta y cuatro páginas del documento ni una palabra sobre la equiparación salarial. Se les pasó. Y de este documento no hace tanto, es de agosto de 2016. No cayeron. Pero es que durante la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado para 2017, los vigentes, tampoco dijeron ni pío. Ojo, que a mí me parece fenomenal que ahora reivindiquen esto, porque Ciudadanos solo acierta cuando rectifica y apoya al Partido Popular. Tienen esa extraña habilidad. Fue el Grupo Parlamentario Popular en el Congreso el que el 24 de octubre de 2017 presentó una Proposición en el Congreso en la que se instaba al Gobierno de Rajoy a equiparar los salarios, y Ciudadanos se sumó a la propuesta cuando el Gobierno ya había aceptado la reclamación. Han tenido que pasar treinta años de reivindicaciones para que sea este Gobierno, les guste o no, el que por primera vez haya incluido una partida en los presupuestos de 2018 con el compromiso de seguir plasmando esas partidas en presupuestos sucesivos, hasta lograr la equiparación total en 2021. Nunca antes se había atendido esta justa reivindicación de nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Esta es la realidad y no otra. Por lo tanto ante esos giros y esas vueltas que da el “partido de la ciudadanía” mucha gente se pregunta ya ¿para qué sirve Ciudadanos?
El próximo 24 de noviembre hará justo un año de la sesión celebrada por el Pleno del Ayuntamiento de Ciudad Real en la que asistimos a la culminación de un despropósito auspiciado por el pacto de perdedores del PSOE/GANEMOS. Tras más de un año con la televisión municipal apagada y fuera de servicio se aprobó el punto en el que se daba cuenta de la sentencia por la que los ciudadrealeños teníamos que pagar 122.000 euros, más de veinte millones de pesetas, a los seis trabajadores de la televisión municipal despedidos improcedentemente por Pilar Zamora. Pese a las advertencias de nuestro Grupo Municipal, siguieron erre que erre con un asunto, el de las remunicipalizaciones, en el que faltó humildad y sobró soberbia e improvisación. Un quebranto a las arcas públicas de veinte millones de las antiguas pesetas para volver al mismo punto de partida inicial: la readmisión de los trabajadores, el pago de los salarios dejados de percibir y la puesta en marcha de la televisión, tras esas vacaciones de un año de duración pagadas por todos. No es de extrañar a la vista de estos acontecimientos que tengan que subir los impuestos existentes e inventarse impuestos nuevos a grandes empresas para pagar esos caprichos remunicipalizadores. Tras ese fracaso vinieron todos los demás. Fue como el castillo de naipes que se desmorona. Limpieza, ayuda a domicilio y parques y jardines siguieron el mismo trámite y ya queda definitivamente olvidado el dogma de las remunicipalizaciones, que al principio de la legislatura se antojaba fundamental para Ganemos/PODEMOS. Al final se comprueba que lo único que les importaba era evitar que gobernase el partido que ganó las elecciones y garantizar sus sueldos y sillones. En el tema del pliego de parques y jardines siguen actuando sin saber lo que hacen. Han elaborado un pliego tan deficiente técnicamente que está recurrido y el procedimiento parado por una reclamación que ha estimado un tribunal. Mientras las zonas verdes se siguen deteriorando por la inseguridad jurídica a la que ha estado sometida la empresa, la semana pasada se tenía que haber celebrado una mesa de contratación para la apertura de ofertas relativas a la nueva adjudicación. Dicha mesa se suspendió a expensas de la resolución del Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales. Un despropósito tras otro mientras el equipo de Gobierno sigue en su particular “dolce far niente”. No sé por qué esta situación me recuerda la anécdota del músico Brahms que no encontraba editor para su música. Uno de ellos le dijo que era porque su música era demasiado triste y la gente quería cosas alegres. Brahms se esforzó en hacer algo alegre y volvió al mismo editor que cuando le preguntó si traía algo más alegre el músico le respondió que si, y le enseñó unas composiciones que se titulaban “Alegremente me encamino hacia la tumba”. Pues eso, que muchas risas y muchas fiestas pero trabajo poquito, mientras Ciudad Real se para y se encamina alegremente hacia el precipicio de la mano de este equipo de Gobierno del PSOE/Ganemos.
Este fin de semana hemos podido disfrutar en Ciudad Real de un anticipo de la Semana Santa gracias a la III Edición de la Feria Nacional de Arte Cofrade (Fearteco). Una iniciativa valiente de los responsables de “Cofrades de Pasión” que se está consolidando como una de las ferias de referencia del sector. Esta edición ha contado con 140 expositores entre los que se encontraban orfebres, bordadores, tallistas o imagineros llegados de distintos puntos de España, pero principalmente de Andalucía (Sevilla, Córdoba o Jaén) y de nuestra provincia. Además se ha ampliado el calendario de actividades pasando a más de 30 bandas de música que han actuado los dos días, ambientando cada 20 minutos la feria. También contó con otras actividades paralelas, como mesas redondas o conferencias sobre el mundo cofrade. Esta edición volvió a contar con el respaldo de público llegado de toda la provincia, lo que da muestra de la importancia de esta celebración religiosa no solo en la capital, donde está declarada de Interés Turístico Nacional, sino en toda la provincia. La repercusión económica para Ciudad Real de nuestra celebración pasional no tiene quien la iguale. En 2016 de Jueves Santo a Domingo de Resurrección hubo un 100% de ocupación de las 1.300 plazas de alojamientos hoteleros de los que disponía la capital en ese momento, según datos de la Asociación de Hostelería. Con la incidencia que eso tiene también en bares, restaurantes, comercios y servicios de la ciudad. Por eso no podemos entender que desde el equipo de Gobierno presidido por Pilar Zamora, no solo no se apoye decididamente a la Semana Santa, sino que se la menosprecie y se ataque. Ahora que vamos a empezar a debatir el proyecto de Presupuestos del Ayuntamiento para 2018 el Grupo Popular va a volver a presentar enmiendas que buscan favorecer y realzar a nuestra Semana Santa. Nos parece fundamental aumentar la subvención finalista a la Asociación de Cofradías. Los 32.000 euros que reciben son insignificantes en comparación con lo que reciben otras manifestaciones culturales con mucho menos arraigo y tirón entre los ciudadrealeños. Vamos a pedir que se aumente esa partida finalista, pero además vamos a pedir que se vuelva a incluir en los presupuestos la partida para bandas de música con la que históricamente contaban las cofradías para sus pasos de palio.
En cambio los socios del PSOE en el Ayuntamiento GANEMOS/PODEMOS, van a pedir que se elimine la subvención a la Semana Santa. La izquierda radical atacando todo lo que genera riqueza económica y cultural, solo por su obsesión anti religiosa. En el tejado de Pilar Zamora está decantarse por la opción del Partido Popular, que es la que quiere la mayoría de los ciudadrealeños, o bien por la de los radicales que la mantienen en el sillón. Espero que lo lleven hablado de antes. Que no pase como en el último pleno en el que el PSOE quería subir la tasa de alcantarillado y depuración a todos los vecinos de Ciudad Real. Sus socios de Ganemos en el último momento votaron en contra de la subida y dejaron a Pilar Zamora y a Nicolás Clavero con las vergüenzas al aire. Eso es lo que pasa por pactar y llegar a acuerdos con gente que no es de fiar. Lo lamentable es que en los dos años y medio de legislatura el PSOE, instalado en la soberbia, jamás ha llamado a la puerta del Partido Popular para negociar nada. Volvemos a reiterar nuestra disposición a llegar a acuerdos previos, pero desde luego no como imposición ni trágalas de última hora cuando sus socios de Ganemos los dejan “colgados de la brocha”. Sin duda esta semana el PSOE y Zamora han vivido su particular “semana de pasión”.
Miguel Ángel Rodríguez
Os presento la actualización de mi blog personal. Al igual que antes, en él expresaré mis opiniones sobre temas de actualidad, aunque no sólo de política. La economía y la historia también tendrán cabida con una visión amplia, centrada y moderada. También encontraréis temas relacionados con la Cultura de Defensa, porque creo que conocer la labor de nuestras Fuerzas Armadas es una obligación de todos. En este espacio tendrá cabida cualquier opinión siempre que sea respetuosa. Espero que podamos aprender mutuamente.
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