“El show de sus señorías” es una obra de Luis Carandell que cuenta divertidas y jugosas anécdotas parlamentarias. Pero además es lo que se pudo contemplar el pasado jueves en el pleno de las Cortes de Castilla-La Mancha desde las bancadas socialistas. Porque lo que allí se pudo ver fue un verdadero show consistente en algaradas, interrupciones, gritos y cartelitos, aumentando la intensidad del show cada vez que la presidenta de Castilla-La Mancha intentaba hacer uso de la palabra previamente concedida por el presidente de la Cámara.

Y es que yo puedo llegar a comprender que no sea plato de gusto para ellos escuchar las tropelías que el anterior gobierno de su partido cometió en Castilla-La Mancha. Por no hablar de que algunos de los responsables directos del crack de la región siguen sentados en los asientos de las Cortes. Pero lo que no puedo comprender es que la opción sea patalear y gritar en vez de entonar el “mea culpa”. Porque aunque se tapen los oídos y no quieran escuchar la verdad, ésta es tozuda y termina por salir a la luz.

Y la verdad es que ellos son los responsables de que Castilla-La Mancha ostente el dudoso honor de ser la región de España con más déficit. El dudoso honor de haber dejado esta región con una de las mayores tasa de paro de España. De haber dejado a nuestra región, la de todos, sin su principal instrumento financiero como fue su Caja de Ahorros. Y lo más triste es que ese déficit no se ha generado por la acometida de grandes infraestructuras o dotaciones públicas como en otras regiones, sino que ese déficit se ha generado por una política de tierra quemada que gastaba en subvenciones lo que no se ingresaba y que invertía allí donde sus intereses partidarios se lo pedían para pagar favores políticos al estilo de aquéllos caciques de primera mitad de s. XX con los que tan familiarizado estaba el anterior presidente de la Junta.

Pues ahora resulta que siguiendo a pies juntillas la estrategia de crispación, la “hoja de ruta” de la crispación marcada por Rubalcaba y también por Page, quieren hacer responsables del déficit, del paro y de las facturas impagadas a los que llevan pocos meses gestionando la región y el país. El médico que casi mata al paciente se permite dar lecciones al nuevo equipo que ha tenido que aplicar un tratamiento severo para que este no fallezca. Y no sólo dar lecciones sino reconvenir y faltar. El mundo al revés.

Por fortuna nuestra sociedad ha alcanzado la suficiente madurez para comprender que lo único que el pataleo, los gritos y las descalificaciones quieren ocultar, es una huída hacia delante que no tiene el respaldo ya ni de los que en un acto de romanticismo dieron su apoyo en las urnas al PSOE. Algún conocido militante del PSOE me ha reconocido que no se siente identificado con los que queman contenedores y destrozan sucursales bancarias.

Que no se siente identificado con esa violencia que prende en las calles de algunas ciudades españolas cada vez que los sindicatos quieren pagar favores pretéritos sacando a su gente a la calle. Es verdad que a veces hay incontrolados que provocan esa violencia, pero también es verdad que las declaraciones públicas de los líderes del PSOE no ayudan a calmar los ánimos, sino más bien a enardecerlos. Y por favor señorías, a la Cortes de Castilla-La Mancha se va a debatir y a hacer propuestas no a gritar y si lo que allí se oye no gusta se aguanta el chaparrón, porque la verdad es la verdad dígala Agamenón o su porquero.

Miguel A. Rodríguez
Senador

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