La Navidad, además de su intrínseca connotación religiosa, es una fecha proclive a los afectos y a la nostalgia. También a los recuerdos de los que ya no están o de los que están lejos de sus familias en estos días tan señalados. Los que estamos dejando ya de ser treintañeros y nuestra edad pronto empezará por el número cuatro, recordamos con cariño algunos anuncios televisivos navideños. Anuncios míticos como el de los turrones “El Almendro” y su “vuelve a casa, vuelve por Navidad…” Algunos años el anuncio lo protagonizaba un joven recluta que llegaba a su casa de permiso, justo en el momento en el que su madre preparaba la cena de Nochebuena y los turrones, de “El Almendro”, claro, con la consiguiente alegría materna y emoción familiar. Con el correr de los tiempos y la desaparición del Servicio Militar Obligatorio los creativos de la marca cambiaron al recluta por un joven profesional o por una joven estudiante. La emoción, como el turrón, era la misma y el efecto en el público igual de eficaz. Pero aunque la “mili” ya no existe aún quedan militares que están pasando la Navidad fuera de su hogar, fuera de España. Y quedan familias en España que no podrán tener el beso o el abrazo de su ser querido porque este viste el uniforme de soldado de España y se encuentra en una misión en el exterior. Las misiones en el exterior son de distinto tipo y se encuentran amparadas por la Unión Europea, por la OTAN o por la ONU, pero la entrega y la profesionalidad de nuestros militares y Guardias Civiles desplegados es la misma, independientemente de la misión y de la zona geográfica.
En la actualidad tenemos efectivos en misión de adiestramiento en Bosnia, de forma ya casi testimonial tras 18 años de presencia continuada allí, lo que hace que sea la misión más larga de todas en las que ha participado el Ejército Español. Con similares funciones de adiestramiento hay un reducido número de militares y guardias civiles en Uganda para asesorar al ejército somalí. También en aguas somalíes se desarrolla la Operación Atalanta, para asegurar el tráfico marítimo en el Cuerno de África y luchar contra la piratería. Allí está desplegado desde hace pocas semanas uno de nuestros mejores buques, la fragata “Méndez Núñez”, que ya ha impedido el secuestro de un mercante norcoreano. Tampoco me quiero olvidar de los militares que acaban de iniciar la misión científica en el continente Antártico, en la Base Gabriel de Castilla, y que tampoco pasarán las navidades con su familia.
Y dejo para el final la misión más peligrosa en la actualidad que es la de Afganistán, ahora en fase de repliegue. Con el objetivo adiestrar y cooperar con el gobierno afgano en múltiples tareas, el Ejército Español está cumpliendo ejemplarmente con su misión. El precio que nuestras Fuerzas Armadas y nuestra Guardia Civil ha pagado en estas misiones no ha sido pequeño. Sólo en el caso de Afganistán y según la propia web del ministerio de Defensa noventa y cinco militares, dos guardias civiles y dos intérpretes han perdido la vida cumpliendo su misión. Nuestras fuerzas están proporcionando un entorno seguro a la población afgana y a las agencias de ayuda humanitaria, facilitando la actuación del gobierno afgano, protegiendo los trabajos de reconstrucción y colaborando en la formación de las fuerzas armadas y la policía afgana.
Sirva este artículo como pequeño homenaje a los soldados de España, entre ellos ciudadrealeños, que esta Navidad no estarán con los suyos porque están desempeñando ejemplarmente la misión encomendada. Todas estas misiones han hecho que nuestras Fuerzas Armadas hayan ganado un merecido prestigio y que sean la institución más valorada por los españoles. Mi deseo para 2013 es que todos vuelvan a casa al finalizar su misión.
(Foto Angel Manrique/DECET)
Leave a Comment