Una vez finalizada la X Legislatura en las Cortes de Castilla-La Mancha llega el momento de rendir cuentas. No hablo en nombre de nadie, allá cada uno con sus responsabilidades, pero en lo que a mí concierne sí quiero hacer esa breve rendición de cuentas, que es un concepto muy ligado al de transparencia y una oportunidad para que la sociedad evidencie los resultados del trabajo realizado para el cumplimiento de la misión o propósito fundamental. En el caso de todos los miembros del Grupo Popular, todo el trabajo de control al Gobierno desarrollado tenía como misión fundamental, o al menos eso creía yo, conseguir el cambio de Gobierno en Castilla-La Mancha y desalojar a Emiliano García Page del palacio de Fuensalida, cosa que evidentemente no se ha conseguido. Nuestro trabajo ha sido impecable y hemos llevado la iniciativa en los plenos y en la calle, pero se puede decir como de aquél famoso ejército que “fuimos de victoria en victoria hasta la derrota final”. Y conste que no me alegro, porque quiero que mi partido gane hasta jugando a las chapas.
Durante los cuatro años que ha durado la legislatura, marcados por la pandemia de la COVID19 que mantuvo el Parlamento regional cerrado durante meses y que a mí me afectó de lleno, cada uno de los miembros de la Cámara hemos actuado en función de nuestra posición en la misma. No es lo mismo ser miembro de un grupo de oposición que ser diputado del grupo que sustenta al Gobierno. Partiendo de esa premisa, quiero dejar por escrito parte de mi trabajo en esta legislatura para que, como he dicho antes, la sociedad tenga un conocimiento más completo de lo que hacen sus representantes. Evidentemente no intento competir con nadie, porque para eso tendría que conocer los “números” de los otros 32 diputados regionales.
En lo que a mí respecta, y teniendo en cuenta que se han celebrado alrededor de 90 plenos (se han celebrado más, pero omito los de constitución, de organización y de investidura, por ejemplo), he intervenido y así lo atestigua el Diario de Sesiones, 91 veces. Esto hace que de media haya intervenido al menos una vez en todos los plenos celebrados. La realidad es que en algunos no he intervenido, pero en otros he podido intervenir hasta en tres puntos diferentes del mismo. De esas intervenciones en pleno, 62 veces han sido para formular preguntas orales al Gobierno. Preguntas de diversa índole que afectaban a Ciudad Real capital o a municipios de la provincia y también relacionadas con la transparencia o con cuestiones de índole fiscal y presupuestaria. He preguntado por el grado de cumplimiento del Plan de Modernización de la capital, por obras en distintas carreteras, por los fondos Next Generation, por compromisos en municipios como Villanueva de los Infantes, o por el grado de cumplimiento con la comarca de Almadén, por poner solo algunos ejemplos. El mecanismo de estas preguntas orales consiste en formular la pregunta de viva voz desde tu escaño y un miembro del Gobierno te contesta. Ambos parlamentarios tenemos 2,5 minutos y cierra el Gobierno. Una curiosidad de nuestro Parlamento regional que no sucede en otros y que a mi juicio es una anomalía democrática es que no se le pueden formular preguntas al presidente del Ejecutivo, por lo que la presencia de García Page en las Cortes se ha limitado a llegar a la hora de votar, cuando el pleno estaba a punto de finalizar. También me siento particularmente orgulloso de haber participado en la tramitación de 12 proyectos y proposiciones de Ley. He sido el portavoz de mi Grupo en todos los proyectos de Ley de Presupuestos de esta legislatura y también leyes muy significativas y complejas a las que he dedicado mucho tiempo de estudio, como la de Simplificación Urbanística, la de Agilización y Simplificación de Fondos Europeos, la del régimen administrativo y fiscal del Juego en Castilla-La Mancha, la de coordinación de Policías Locales y algunas más que sería largo relacionar.
Preguntas escritas han sido 294. También con asuntos que interesaban a municipios de la provincia como Infantes, Daimiel, Bolaños, Valdepeñas y por supuesto la capital. La hospedería de Villanueva de los Infantes, arreglos y obras en carreteras o centros educativos de Daimiel y Bolaños, la terminación de la autovía hasta Valdepeñas, y así multitud de asuntos que los alcaldes o portavoces me instaban a preguntar, además de otros surgidos de mi interés particular para evidenciar el poco compromiso del Gobierno regional con nuestra provincia. He tramitado 59 peticiones de documentación sobre asuntos variados, así como 17 interpelaciones sobre asuntos relativos a la política general seguida en relación a distintos programas presupuestarios del Gobierno regional. También he sido el portavoz de mi Grupo en las Comisiones de Economía y Presupuestos y en la de Control de Radio Televisión de Castilla-La Mancha, sumando más de 30 intervenciones entre las dos. También participé en la comisión de estudio para alcanzar un Pacto contra la Despoblación en Castilla-La Mancha, que aunque no ejercí como portavoz, si asistí a todas las sesiones celebradas durante varios meses del año 2020.
Pues estos son los datos de mi actividad parlamentaria, que cada cual saque sus propias conclusiones. Insisto en que no intento compararme con nadie, pero creo que es sano que todo el mundo conozca lo que hacemos los parlamentarios. Y en lo que a mí respecta, tengo que decir que me siento muy satisfecho con el trabajo que he desarrollado. Y antes de terminar quiero agradecer a la Dirección de Documentación y Contenidos Web de las Cortes de Castilla-La Mancha la ayuda que me ha prestado para que pueda hacer este balance con datos rigurosos. Sin ellos y sin el resto de funcionarios de la Cámara, cada uno en su papel, estos cuatro años habrían sido más difíciles.
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