A punto de acabar la campaña para la elección de presidente o presidenta de nuestro partido, voy a intentar explicar por qué yo estoy con Cospedal. Dejando al lado, si se puede dejar, que he trabajado codo con codo con ella en un proyecto ganador en Castilla-La Mancha, son muchas las razones por las que creo que es la mejor opción. Todo ello sin menospreciar a ninguno de los compañeros que están compitiendo por la presidencia, desde su convicción de que pueden aportar algo positivo al partido.
A nadie se le escapa que al ser un partido que ha gobernado y que aspira a gobernar de nuevo, la elección del presidente del mismo tiene implicaciones para todos los españoles, independientemente de que sean afiliados o no, aunque en este proceso solo puedan participar los afiliados, como es lógico. Yo que he pasado ya por muchos procesos congresuales y que siempre me he posicionado donde me ha dictado mi conciencia, a veces con más dosis de romanticismo que posibilidades de éxito, no puedo sino volver a actuar de la misma manera pensando en mi partido. Y en este caso Cospedal nos da la seguridad de que el Partido Popular no será un reino de taifas, sino un partido fuerte y cohesionado. Experiencia no le falta porque el Partido Popular de Castilla-La Mancha eran cinco partidos provinciales cuando ella asumió el reto de presidirlo. En poco tiempo organizó el partido y lo preparó para ser una alternativa de Gobierno frente al todopoderoso PSOE, que había gobernado históricamente en una región que consideraba como su cortijo particular. Con dotes de mando, trabajo incansable y fe en la victoria, Cospedal consiguió mayoría absoluta en las elecciones autonómicas de 2011. Volvió a ganar en 2015, pero esta vez los pactos de despacho entre la izquierda imposibilitaron un Gobierno popular para dar paso a un Gobierno de izquierdas con un PSOE entregado a PODEMOS. Después llegó la victoria de Rajoy y su aparición en el Consejo de Ministros como ministra de Defensa. Allí se esforzó en aumentar el prestigio de las Fuerzas Armadas, se empeñó en dotarlas de medios y de capacidades y también en cumplir nuestros compromisos internacionales con nuestros aliados. Durante el año en el que fue ministra se hizo un esfuerzo especial en materia de cultura de defensa, porque tenemos el convencimiento de que la Defensa es cosa de todos los españoles. Desde mucho antes de su paso por el ministerio creía firmemente en que la unidad de España es innegociable. Por eso ya ha dicho que propondrá la modificación de la Ley de Símbolos para que se respeten nuestras señas de identidad: el himno nacional, la bandera y nuestros símbolos, además de garantizar la normal presencia de las Fuerzas Armadas en todos los territorios de España. Siempre firme en la defensa de la Constitución, la Ley y la soberanía nacional. Durante estos días, en los miles de kilómetros que está recorriendo, ha dicho cosas que necesitábamos oír. Ha dicho que las víctimas del terrorismo serán siempre una prioridad para el Partido Popular. Las víctimas no pueden ver amenazadas su memoria, dignidad y justicia. El PP siempre estará en contra del acercamiento y excarcelación de terroristas, siempre exigirá el cumplimiento integro de sus condenas y siempre velará para que se establezca el verdadero relato de lo sucedido. Me tranquiliza que haya dicho que va a garantizar que todos los niños y niñas puedan estudiar en castellano, nuestra lengua común. Que defenderá el bilingüismo y el trilingüismo así como un buen sistema educativo con un buen profesorado. El docente es la piedra angular del sistema educativo, por eso defenderá la autoridad de los docentes y el hecho de que los colegios estén para enseñar a pensar a nuestros hijos, y no para decirles qué han de pensar como sucede en algunos sitios en estos momentos. Y dejo para el final algo importante. Si Cospedal es la presidenta del Partido promoverá la modificación de la Ley electoral para que gobierne la lista más votada en todos los municipios. Es incomprensible que se vulnere la voluntad de los votantes con pactos de despacho que siempre traen nefastas consecuencias.
Por todo esto quiero que Cospedal sea la presidenta de mi partido.
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