Venimos observando con preocupación cómo el equipo de Gobierno de Pilar Zamora no tiene empacho en mentir a la oposición cuando formulamos una pregunta. La propia Zamora, en su documento de 150 logros del primer año de Legislatura, daba por realizados temas que aún hoy siguen sin ejecutarse. El último ejemplo de mentira demostrable lo ha protagonizado el concejal de Hacienda Sr. Clavero. Quiero pensar que lo hace llevado por la inseguridad y desconfianza en su propia capacidad. Por ello cae a menudo en la tentación de adornar aquí y allá la historia para hacer ver lo que no es. Mentir es un recurso fácil cuando se hace mal el trabajo encomendado. En esto sucede algo similar a la persona que lanza rumores falsos para menoscabar el crédito de las personas a las que envidia. De esto también tenemos ejemplos en el actual equipo de Gobierno con respecto a la anterior alcaldesa. Decía Benavente que “si murmurar la verdad aún puede ser la justicia de los débiles, la calumnia no puede ser otra cosa que la venganza de los cobardes”. Y así llevan año y medio.
Pero centrémonos en las mentiras. Nada puede justificar mentir a la oposición, porque es mentir a la ciudadanía. Ni siquiera el haber presentado los presupuestos tarde y mal lo justifica. El año pasado el presupuesto se aprobó de forma inicial el 9 de diciembre. Este año todo parece indicar que será veinte días después. ¿A que se debe esta demora? Es una demora injustificable teniendo en cuenta que todos los concejales del equipo de Gobierno están liberados. Lo más grave del caso viene cuando dice que tras la aprobación del proyecto de presupuestos por la Junta de Gobierno extraordinaria y urgente del día 7 de diciembre, éstos se pusieron a disposición de los grupos. No es cierto. Miente a sabiendas. Hasta el viernes 9 no estuvieron a disposición de los grupos. Por no hablar del procedimiento que demuestra su ineficacia y su incapacidad para gestionar. ¿Cómo puede ser que el proyecto de presupuestos se tenga que aprobar de forma “extraordinaria y urgente”? Muy sencillo, porque trabajan poco y para no tener que dar la documentación a la oposición, porque no la tenían terminada. Van a salto de mata. Como con la campaña de limpieza, presentaron un power point a los medios de comunicación en vez de la documentación, que no estuvo hasta el día 9, casi 48 horas después. Pero no queda ahí la cosa. La espiral de mentiras se hace más grande cuando los medios le preguntan al Sr. Clavero por el cumplimiento del techo de gasto y éste ni corto ni perezoso dice que no lo sabe, cuando en el informe de Intervención que acompaña a las cuentas se explica claramente que las cuentas presentadas por Zamora y Clavero se pasan en casi un millón de euros en el gasto. Otra vez los gobiernos manirrotos de la izquierda. Es una verdadera vergüenza que se nos presenten estas cuentas, que por tener tienen hasta faltas de ortografía en el escrito firmado por la señora Zamora, en el que faltan signos de puntuación y escribe el nombre de nuestra ciudad en minúscula por dos veces. La que se ha autodenominado “alcaldesa con mayúsculas” quiere una ciudad en minúscula, más sucia, más insegura y que pierda sus atributos de capitalidad a favor de localidades vecinas. Y por si fuera poco, nos mienten. Los ciudadrealeños merecemos un Gobierno municipal que no nos mienta.
Leave a Comment