sacerdoteEste sábado acudí a Almadén para dar el último adiós a un amigo y compañero que nos ha dejado demasiado pronto. En la iglesia parroquial, en un lateral junto a la puerta, una fotografía de un jovencísimo sacerdote llamó mi atención. Un joven de mirada limpia y serena, con una placa más abajo en la que se podía leer su nombre y el periodo en el que ejerció de coadjutor de la parroquia minera. Un periodo que abarca desde febrero de 1934 hasta su muerte en 1936 “dando testimonio de su fe”, según reza la placa. Nada más se dice de las causas, solo que murió dando testimonio de su fe, por lo que si unimos este hecho a la fecha del deceso, se puede colegir fácilmente que fue asesinado por los elementos de izquierdas del municipio, en cualquiera de sus variantes. Siempre me ha sorprendido la voluntad de la Iglesia Católica de honrar a sus muertos sin alharacas, sin levantar polémicas innecesarias y sin mentar, como es el caso, ni la causa de la muerte ni a los que la ocasionaron. No menciona a los asesinos, a los que Ángel perdonó, tampoco a los que con sus proclamas y discursos los envalentonaron.

Pero claro, una cosa es no mencionar a los asesinos, ni a los instigadores, ni la causa de la muerte, y otra cosa es hacer como si no hubiese pasado. Como si el padre Ángel hubiese muerto de un cólico miserere. Y creo que es bueno que se conozca lo que pasaba en aquella España de la II República, y también lo que pasó tras una terrible Guerra Civil y posterior Dictadura, para que muchos jóvenes que por diversos motivos denostan nuestro actual sistema democrático, sepan que el mejor periodo que ha vivido la España contemporánea es precisamente este, el periodo constitucional desde 1978. Porque hay jóvenes que, azuzados por otros menos jóvenes, cometen actos que no tienen cabida en nuestra sociedad democrática y tolerante. Pese a los intentos de la Iglesia de “no molestar” con su martirologio, como hemos visto más arriba, la Iglesia y lo que representa sigue siendo objetivo esencial para algunos. El hecho de que hace una semana se incendiaran dos iglesias en Narón (La Coruña), y el asalto y profanación de la capilla de la Universidad Autónoma de Madrid el pasado 14 de junio, por citar solo dos ejemplos recientes, nos demuestran hasta que punto de tensión nos quieren llevar algunos. Parece como si se quisieran revivir periodos pretéritos de la historia de España, olvidando los periodos más recientes de acuerdo y de dialogo fruto de la Transición. Una época marcada por los acuerdos, los consensos y el diálogo entre los que superaron una guerra fratricida. Unos acuerdos y unos consensos puestos hoy en duda por los que solo buscan gobernar para que no gobierne el Partido Popular. Porque ahí radica el quid de la cuestión. Cuando hurgas un poquito entre la panoplia de partidos de izquierdas, más o menos camuflados, al final la conclusión a la que llegas es que lo único que les une es su animadversión contra un partido democrático como es el Partido Popular. Llegados a este punto me acuerdo de un anuncio de la tele que promocionaba una bebida energética. Y aunque no me patrocinan la columna voy a nombrarlo porque el lema era “red bull te da alas…” Pues bien, ya lo he dicho otras veces y lo repito, el PSOE ha sido el “red bull” de los partidos más radicales como PODEMOS. Les han dado alas en ayuntamientos y comunidades autónomas pactando con ellos para que no gobierne el Partido Popular. De aquellos polvos, estos lodos.

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Written by Miguel Angel Rodríguez
He sido muchas cosas, ahora solo un ciudadano de a pie que expresa su opinión sobre los asuntos de su interés, que son variados. Si no os gusta lo que leéis podéis seguir circulando. Sin acritud. Per aspera ad astra.