Hay cosas que cuando las lees te dejan consternado para varios días. Hace unos días hemos conocido a través de una revista de papel cuché, que el inefable ex presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, ex ministro de Defensa y del Congreso de los Diputados, el sin par José Bono, se va a embolsar la graciosa cantidad de 800.000 euros por escribir sus memorias. Pagarle a Bono 800.000 euros por sus memorias es un atentado a las buenas formas y al decoro aunque sea una empresa privada la que pague con vistas a la obtención de un beneficio posterior con la venta del libro.
Y digo yo que si son unas “memorias” en regla, el señor Bono hará un ejercicio de “memoria” y nos explicará en sus páginas cómo de un sueldo público ha hecho –oh milagro- , que sus propiedades se multipliquen como en la parábola de los panes y los peces, si tenemos en cuenta las informaciones que hemos ido conociendo al respecto. Y cómo ha llegado a ser un terrateniente dueño de una hípica y una cuadra de caballos de raza amén de sus posesiones inmobiliarias, suyas y de su descendencia. O que nos explique cómo siendo un potentado no ha renunciado a su retrato en el Congreso por valor de 82.000 euros, que con la que está cayendo digo yo que podíamos haber vivido sin la efigie de Bono colgada en las paredes del palacio de la Carrera de San Jerónimo. O que lo hubiera donado generosamente de su propio patrimonio para bien de la Patria. También supongo que en sus memorias se referirá al aciago momento en el que decidió retirar las tropas de Irak, hecho por el que se autocondecoró con la Cruz al Mérito Militar. De traca. Me pinchan y no sangro. Aún recuerdo cuando a raíz del choteo general que se formó con lo de la medalla salió diciendo aquello de “mi hijo está “trijte” por las cosas que dicen de su padre y voy a devolver la medalla”. Naturalmente no la devolvió, claro.
En fin, un personaje que ahora andará triste al ver cómo sus descendientes políticos no han sido capaces de mantener para las filas socialistas el bastión de Castilla-La Mancha, su otrora virreinato que le dio fama nacional y posibilitó sus altas responsabilidades posteriores. Y es que dentro de poco se cumplirá un año de gobierno popular en nuestra región. Un gobierno que se ha encontrado con una situación económica tan deteriorada por años de socialismo y de clientelismo político que no ha tenido más remedio que tomar decisiones drásticas a la hora de salvaguardar los servicios sociales básicos. Y no se trata de justificar nada pero la verdad es la que es, y yo he visto las facturas impagadas desde 2008 y las subvenciones otorgadas con no sé que criterio ni qué fines por parte de los delegados territoriales del Sr. Barreda que tiraban con “pólvora del rey” a la hora de buscar el rédito electoral. Y también me acuerdo cuando hace escasos meses ninguna entidad financiera acudía a la llamada de la Junta porque lo tenían prohibido debido a los incumplimientos constantes en materia de déficit y de endeudamiento. En menos de un año todo eso ha cambiado. Castilla-La Mancha ha enderezado el rumbo gracias a Cospedal y a su gobierno y las decisiones que se están tomando, duras, impopulares incluso, serán el principio del cambio en nuestra tierra.
Leave a Comment