Creo recordar que fue el señor Iglesias, alias el coletas, el que dijo que se había acabado el tiempo de pactar cosas en los reservados, sin que la gente se enterase. Ahora que le toca a él, la cosa cambia. En cuanto los fotógrafos hacen la foto y los “cámaras” toman sus recursos, los echan diligentemente del lugar y comienza la negociación a puerta cerrada. Los que saben de negociaciones, hay expertos para casi todas las cosas, dicen que cuando encaras una negociación lo primero que tienes que descubrir es quien de todos los negociadores es el “tonto”, porque si no lo encuentras lo más probable es que el tonto seas tú. Creo sinceramente que Iglesias cree que el “tonto”, con perdón, es Sánchez Castejón, y ha ido a por él con toda su munición. Decía la prensa dominical que el que quiere ser presidente con 90 diputados mostró ayer su optimismo sobre la posibilidad de conseguir un acuerdo de gobierno, al término de la reunión que mantuvo con el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, con el que culminó la primera ronda de encuentros con las fuerzas políticas con las que pretende formar una mayoría parlamentaria, para sacar adelante su investidura. «El diálogo ha sido positivo y es verdad que la situación es compleja, difícil, porque hay que poner a muchas partes de acuerdo pero hay mimbres, dentro de la complejidad, para construir una alternativa progresista».
Yo los únicos mimbres que veo son sus ganas locas por ser presidente a costa de lo que sea, que a fuerza de hablar del tema, hemos empezado a ver normal que un señor que ha sacado los peores resultados de la historia del PSOE pueda llegar a ser presidente del Gobierno. Mientras tanto, el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, defendió ayer nuevamente su apuesta por la formación de un ejecutivo liderado por el PP, con el apoyo del PSOE y Ciudadanos. «Hemos sido los más votados y hay que respetar lo que digan los ciudadanos», afirmó tras reunirse con la Junta Directiva del PP catalán en Barcelona. Rajoy señaló que Sánchez «tiene que dejar de marear la perdiz, entrar en la senda de la sensatez y el sentido común», y «no llegar a acuerdos que puedan salir muy caros para los intereses de los españoles». En cuanto a la intención de Sánchez de reunirse próximamente con él, dijo que le atenderá «como se merece», aunque «ya le he avanzado que el PP dirá no a su investidura». Al final entre la ciudadanía queda la sensación de que los llamados “progresistas” solo pretenden progresar ellos, porque si mirasen por el interés general no obrarían así. Esta situación de incertidumbre sobre el futuro más inmediato está dando al traste con la recuperación brevemente iniciada por algunos sectores. Los empresarios miran con desconfianza el escenario económico y la tímida recuperación se puede resentir. En la sociedad está instalada la sensación de que faltan políticos con altura de miras y con sentido de Estado. Que prima el interés particular, en este caso del señor Sánchez Castejón, por pactar con quien sea y al precio que sea. Aunque debería tener cuidado porque dice la leyenda urbana que las serpientes miden a sus presas antes de engullirlas y yo cada vez que los veo juntos, la última vez en la Gala de los Goya con Iglesias de esmoquin, no puedo evitar pensar que lo está midiendo para tragárselo. Y se lo ha buscado él solito.
Leave a Comment