Comienza la semana de las personas del campo. Mujeres y hombres que con valentía y coraje labran la tierra para sacar adelante a sus familias y con ello contribuyen a sacar adelante a España, porque siguen siendo un motor económico en provincias como la nuestra. El próximo 15 de mayo se celebra San Isidro, Santo patrón de Madrid, de los agricultores y campesinos en general, y por ello muy venerado en una provincia eminentemente agrícola como la nuestra, que ya desde el fin de semana que acaba de terminar ha celebrado romerías en honor al santo en muchos lugares de la provincia. La agricultura y la ganadería están íntimamente relacionadas con nuestro pasado, pero también con nuestro presente. Es una actividad económica que hay que proteger y a la que hay que ayudar. Frente a esto vemos cómo durante toda la legislatura la administración regional se ha dedicado a poner palos en la rueda, a disminuir las ayudas para cierto tipo de cultivos y a anunciar medidas legislativas de apoyo al sector que no se han llegado a materializar. Los incumplimientos de García Page también se han dejado notar en el campo y a tenor de sus políticas parece que no cree mucho en el campo ni en el desarrollo rural. Sus políticas medioambientales están trufadas de guiños a PODEMOS, sus socios de Gobierno, como así ha quedado demostrado con la Ley de Caza. Por si esto fuera poco, Page propuso impulsar una ley regional de Agricultura Familiar. Nada. También un programa de transformación, modernización y mejora de regadíos. Nada. Ley de incentivos a la incorporación de jóvenes al mundo rural y programa de formación continua. Nada. Anunció un plan (ay lo que le gusta anunciar “planes”) de estímulos fiscales para el establecimiento de industrias agroalimentarias en el medio rural. Nada. Pero es que ha dejado sin ejecutar 31 millones de euros en mejoras de regadíos y pasará a la historia por ser el primer Gobierno que devolvió 150 millones de euros a Bruselas por no aplicarlos. Tampoco se ha pagado nada de los 45 millones de euros comprometidos para ayuda de caminos. Y así podríamos seguir hasta el infinito. O hasta el horizonte que se dibuja en la lontananza de nuestros campos. El caso es que éste sector ha sido de los más maltratados por Page y PODEMOS.
Frente a esto tenemos un Partido Popular que siempre ha sido el partido del campo y del mundo rural. De nuestras tradiciones y también de la caza y de la pesca. El Partido Popular apoya la agricultura y la industria agroalimentaria porque son fundamentales en la economía de Castilla-La Mancha. La importancia económica, social, territorial y medioambiental del sector agroalimentario, que con su actividad construye, conserva y mejora el paisaje, hace que sea una de las prioridades del Partido Popular. En el programa electoral con el que Paco Núñez concurre a las elecciones autonómicas el campo y el mundo rural tienen un peso fundamental. Y lo tiene porque este programa ha nacido de la sociedad y es la sociedad civil la que nos lo ha dictado. Un paquete importante de las 500 medidas que recoge el programa tienen que ver con la agricultura, la ganadería, el medio ambiente y el desarrollo rural. También con la caza, la pesca y las tradiciones. Sé que ningún otro partido de los que concurren a estas elecciones le ha dedicado tanto esfuerzo a esta parte del programa, que asumimos como un verdadero contrato con la sociedad. Les animo a que nos pregunten, a que nos llamen, a que nos conozcan, a que se lean el programa y a que a partir del próximo 26 de mayo nos exijan su cumplimiento.
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