Hoy es 23 de abril, día declarado por la UNESCO como Día Internacional del Libro con el objetivo de fomentar la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual por medio del derecho de autor. Se eligió el 23 de abril porque supuestamente coincidía con el fallecimiento de Miguel de Cervantes y de William Shakespeare en esa misma fecha de 1616. Realmente Cervantes falleció el 22 y fue enterrado el 23 cuando se consignó la fecha del fallecimiento, mientras que Shakespeare murió el 23 de abril del calendario juliano, que corresponde al 3 de mayo del calendario gregoriano. Pero todo sea por la conmemoración. En España es comúnmente aceptado que el 23 de abril es el día del libro y cada año se programan ferias y actividades con el libro y la lectura como protagonistas. Este año, uno de los eventos más celebrados por el equipo de Gobierno socialista, es que la escultura de Miguel de Cervantes vuelve a ocupar su sitio habitual en la plaza que lleva su nombre. Han celebrado el hecho como una gran proeza, como si el hecho noticiable fuera que la estatua vuelve tras años de exilio y de incultura y obvian que ellos mismos la retiraron en febrero de 2017. Ahora, más de un año después celebran su vuelta con pífanos y fanfarrias. Este regreso a casa de Cervantes como hijo pródigo es una muestra más del descontrol y las idas y venidas de un equipo desnortado y descoordinado. Este mismo periódico, La Tribuna, recogía el 13 de enero de 2018 una información que contenía declaraciones de Alberto Lillo, concejal de urbanismo. El texto de la noticia era: “La plaza de Cervantes lleva sin el escritor del que lleva su nombre desde hace casi un año. El pasado 1 de febrero fue retirada del lugar que ocupaba desde 1927 ante el inicio de las obras de renovación de las tuberías de abastecimiento y saneamiento y esta situación no cambiará en este 2018, ya que, como mínimo, hasta finales de año tampoco regresará la escultura, según expuso el edil de urbanismo. Alberto Lillo dijo que su regreso se producirá después de que se realicen las actuaciones previstas y que afectarán a las calles Alfonso X y Bernardo Mulleras, que se pretenden semipeatonalizar. «La estatua volverá después de la segunda fase», explicó Lillo, en referencia a esas obras. De hecho se está trabajando actualmente en «la recuperación y la restauración de los frisos del basamento de la escultura», que actualmente se encuentra ubicada en el Museo del Quijote. Además estarán a la expectativa de rematar el proyecto por si fuera necesario realizar algún cambio del homenaje al escritor”.
Parece ser que la escultura no iba a volver hasta que se realizaran las necesarias obras de peatonalización en las calles Alfonso X y Bernardo Mulleras. ¿Significa esto que las obras previstas no se van a realizar? ¿Estamos ante un nuevo engaño a los vecinos de Ciudad Real por parte del PSOE? Es urgente una aclaración porque si en enero se decía una cosa y ahora se hace la contraria, los vecinos necesitan una explicación. Y para rematar y volviendo al inicio de este artículo, queda claro que los actos conmemorativos y la Feria del Libro se celebra cada año en las mismas fechas, ¿no? Pues bien, pese a esa clara periodicidad las actividades de este año y el gasto correspondiente se aprobaron en una Junta de Gobierno a pocos días de la celebración y con el punto pasando de urgencia y fuera del orden del día. Falta de previsión y apatía que es la tónica habitual de un equipo de Gobierno agotado y sin ideas.
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