«Estamos a treinta del abril cumplido, mañana entra mayo hermoso y florido…Ha venido mayo, bienvenido sea, para que galanes, cumplan con doncellas»…con estos versos comienza uno de los mayos más conocidos y que los que acostumbramos a dejarnos caer por el Camarín de la Virgen del Prado en noches como la de hoy, nos sabemos de memoria. Menos mal que esta tradición sigue fomentándose en Ciudad Real como siempre se ha hecho, en virtud de nuestra tradición y de nuestras raíces, y no han prosperado iniciativas desafortunadas como las de nuestros concejales de la izquierda más montaraz que hace un par de años llevaron una moción al Pleno pidiendo aquello de una “Ciudad Real laica”. Los años de compartir Gobierno con el PSOE han remansado sus ansias antirreligiosas y eso, sin duda, es bueno para la convivencia en paz en una ciudad que quiere seguir cumpliendo con tradiciones tan nuestras como estos cantos de los mayos a la Virgen del Prado, Patrona de la ciudad. Mi enhorabuena y mi agradecimiento a todas las hermandades, asociaciones, colectivos y particulares que esta noche instalarán su Cruz de Mayo y le cantarán a la Virgen como se ha hecho desde siempre en esta tierra manchega.
Y tras la noche viene el día, aunque el gran Aute presintiera lo contrario. Y el día siguiente es 1 de mayo, festividad de San José Obrero que también coincide con la fiesta, esta vez laica, del Día del Trabajo. Una conmemoración que no han inventado UGT ni CCOO aunque lo pudiera parecer, sino que surgió para conmemorar la lucha por la mejora de las condiciones laborales en el Chicago de finales del s XIX. Desde aquellos tiempos hasta los actuales se ha avanzado mucho en derechos para los trabajadores. En su momento, durante la transición y primeros años de la democracia, los sindicatos jugaron un papel fundamental y fueron un buen instrumento para los trabajadores. En estos momentos considero que su actuación está bastante devaluada y la percepción que muchos trabajadores tienen de ellos es que están demasiado influenciados por su vinculación a partidos políticos de izquierda, y eso puede hacerles perder su independencia y su objetividad en muchos momentos. Ejemplos podría poner muchos, pero me basta con recordar las palabras de Lenin cuando decía “que el sindicato es y debe ser una escuela de comunistas”. Algunos lo siguen aplicando a rajatabla, pese a la evolución de los tiempos. En cuanto al Ayuntamiento de Ciudad Real la situación laboral en algunos servicios es preocupante. El equipo de Gobierno lleva tres años escudándose en el plan de ajuste para tapar su inacción en esta materia. Ahora, tras el último pleno, parece que ese plan de ajuste ya no podrá servir más de coartada para no tomar decisiones. El equipo de Gobierno del PSOE y de GANEMOS accedió al sillón de la alcaldía con un carro de promesas para los trabajadores y esas promesas se están materializando poco y mal, y para colectivos muy concretos, obviando a la generalidad de los trabajadores. Su gran obra de legislatura en materia de personal son los almacenes municipales, un edificio al que aluden una y otra vez como si eso fuera la solución a las demandas del colectivo. Un colectivo, el de los trabajadores del servicio de mantenimiento a los que quizá habría que preguntarles sin que estuvieran sus jefes delante. Hay más colectivos del Ayuntamiento que se sienten maltratados por el equipo de Gobierno socialista, sobre todo cuando ven cómo en algunos servicios, con aumento de cargas de trabajo puntuales, se premia a los trabajadores con productividades y aumentos en los complementos, mientras que otros servicios igual de sobrecargados no reciben esos beneficios. Una materia, la de personal, que requeriría de una directriz clara que hasta el momento desconocemos. Son frecuentes las reuniones entre el concejal del área, la jefatura del servicio y los concejales de GANEMOS con algunos sindicatos del Ayuntamiento. Para el Grupo Popular y para la mayoría de los trabajadores municipales el contenido de esas reuniones es secreto. En pleno siglo XXI esta no debería ser la forma de actuar en materia laboral y de Recursos Humanos. Si el Ayuntamiento funciona es por sus trabajadores y por eso quiero trasladarles a todos mi afecto y mi esperanza de que se valore el trabajo y la aportación de todos, independientemente del servicio en el que trabajen.
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