El PSOE oficial parece que ya se ha echado al monte y apoya decididamente a Susana Díaz en su ascensión a los cielos del parnaso político nacional. La coronación definitiva fue este domingo 26 en ese Madrid “rompeolas de todas las Españas”, que escribió el poeta. Desde distintos puntos de la geografía nacional, principalmente desde Andalucía, se fletaron autobuses para que la jefa estuviese arropada convenientemente. Este tipo de eventos hace mucho bien a las empresas de autobuses, cosa de lo cual me alegro. Parece que también desde Ciudad Real ha habido un desembarco importante de dirigentes de todo tipo y condición que, con una amnesia digna de estudio, ya no recuerdan el famoso “no es no” con el que coreaban extasiados a su fenecido líder, políticamente se entiende, Pedro Sánchez. Hoy, todos los de aquí son de Susana, y se han ido de excursión a Madrid a jalear a la lideresa y hacerse perdonar los errores pasados por apoyar a Sánchez en su loca aventura de cerrar el paso a un legítimo gobierno del PP, ganador contumaz de elecciones. También nuestros socialistas ciudadrealeños se acercaron a Madrid a toque de corneta. Van al sol que más calienta pero allá ellos, no seré yo el que me inmiscuya en los aquelarres internos de los demás partidos. El problema es que también van al sol que más calienta en su gestión diaria en el Ayuntamiento de Ciudad Real. Al sol que más calienta y a salto de mata, que todos los refranes trabajan. Antes de coger el hato y marchar para Madrid, Pilar Zamora asistió junto al concejal de cultura al Magno Pregón oficial de la Semana Santa de Ciudad Real. La exigua representación del equipo de Gobierno socialista se limitó a la primera edila y al concejal de cultura. El resto de concejales del equipo de Gobierno, de Ganemos y de Ciudadanos tendrían otras cosas que hacer, desde luego por el Quijano no se les vio. Pese al exquisito trato que dispensa el mundo cofrade a todos sus invitados, se nota que en este tipo de actos no se encuentran cómodos.
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