En el pasado Pleno del Ayuntamiento de Ciudad Real asistimos a la culminación de un despropósito auspiciado por el pacto de perdedores del PSOE/GANEMOS. Tras más de un año con la televisión municipal apagada y fuera de servicio, los ciudadrealeños tendremos que pagar 122.000 euros, más de veinte millones de pesetas, a los seis trabajadores despedidos improcedentemente por Pilar Zamora. Los caprichos de Zamora cuestan caros. Pese a las advertencias de nuestro Grupo Municipal, siguieron erre que erre con un asunto, el de las remunicipalizaciones, en el que se demuestra que falta humildad y sobra soberbia e improvisación. Los que llevan un año hablando de llevar a la fiscalía al anterior equipo de Gobierno por embellecer la ciudad con luces de Navidad y pasarse en el gasto, según el PSOE, en 30.000 euros, ahora nos hacen un quebranto de veinte millones y no pasa nada. Aquí tienen la doble moral de la izquierda. Se inventan procesos inquisitoriales contra los que gobernaron anteriormente y miran para otro lado ante sus propias responsabilidades. Unas responsabilidades que lo natural sería que tuviera una consecuencia clara. Si sabían lo que podía ocurrir, si estaban advertidos del error que cometían y aún así echaron para adelante, pues ahora o dimisión o pagáis los veinte millones de pesetas de vuestro bolsillo. Pero no teman. No habrá ni una cosa ni otra. Zamora sigue agarrada a un sillón que no ha ganado en las urnas, y GANEMOS/PODEMOS o como quieran llamarse el mes que viene, seguirán atornillándola al sillón, pese a que cada vez está más claro que no conseguirán sus objetivos de quitar la zona azul o remunicipalizar.
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