En el Ayuntamiento de Ciudad Real, desde que gobierna el PSOE sin ganar las elecciones, hay dos verdades inmutables. Una, que el Pleno acaba al día siguiente y otra, que se habla de Cristóbal Montoro. A la vista del resto de asuntos que suceden en el Pleno, las dos cosas anteriores es lo menos malo que les puede pasar a los vecinos de Ciudad Real. Pero claro, que los plenos duren tanto tiene una explicación: Se evita que los ciudadanos asistan a sus maratonianas sesiones, se desincentiva la participación ciudadana y se merma la capacidad de control y fiscalización de los Grupos de la oposición. Desde el Grupo Popular vamos a pedir que se reúna la Junta de Portavoces para pedir formalmente que el Pleno comience por la mañana, como en todas las demás administraciones, máxime cuando todo el equipo de Gobierno está liberado y se dedican en exclusividad a la política. Hay razonas más que justificadas para hacerlo así y además añadiremos alguna razón más. Por lo demás, en el pasado Pleno  no pasaron cosas excepcionales, más allá de subir el IBI una media del 30% a las empresas que más empleo crean en la ciudad. Los empresarios han vivido estos años de la crisis con un nudo deslizante alrededor del cuello y este Gobierno municipal se ha encargado de apretar más el nudo y de apartar de un puntapié la silla sobre la que se mantenían en equilibrio. También hubo circo. El que trajeron al Pleno los representantes del tripartito que hacen oposición al PP con las conclusiones precocinadas y predeterminadas para llevar a la fiscalía el famoso caso de las luces de Navidad de 2014. En este caso parece ser que hubo un exceso de luces decorativas en nuestras calles y  los representantes de estos tres partidos son más de lo contrario, de menos luces. También se habló del circo de verdad, del espectáculo milenario de arte y cultura que representa el circo. En este caso GANEMOS volvió a traer una moción para prohibir el circo con animales, -¡ay! Que obsesión con prohibir con lo jóvenes que son…- Por fortuna no prosperó gracias a los argumentos incontestables de nuestro concejal Pedro Lozano.

Me pongo a escribir este artículo sin conocer todavía el resultado del “aquelarre” socialista celebrado en Ferraz el domingo. No sé si habrá ganado el “no es no”, el si es sí, o la abstención es abstención. Todo parece indicar que será lo tercero. El carajal que tiene montado el PSOE es de vergüenza ajena y en buena medida es la consecuencia de la mediocridad y de la radicalización de sus líderes de un tiempo a esta parte. Pero que nadie se confunda. Si por fin el próximo domingo Rajoy es investido presidente lo será, no porque la lucidez haya triunfado en el PSOE, sino porque han hecho cálculos electorales y saben que unas terceras elecciones darían con ellos en la lona. Los resultados serían tan catastróficos que prefirieron cargarse al secretario general que les llevaba derechos al abismo de Helm. El PSOE, desde la aciaga época de Zapatero, se ha dedicado a enturbiar, a sembrar discordia y crear enfrentamientos que han dado lugar al surgimiento de partidos radicales como PODEMOS, con un oscuro deje totalitario que a duras penas pueden disimular. PODEMOS es una consecuencia de un mal PSOE. Un fruto de esa semilla del odio sembrada por el impresentable de Zapatero y que participa en el sistema cuando le va bien y cuando no, saca a su gente a la calle a insultar y a coaccionar. Felipe González, que no es santo de mi devoción, se quedó hace unos días sin poder participar en una conferencia porque los cachorros de PODEMOS se lo impidieron. Su amado líder Pablo Iglesias niega que fuera su gente, pero todo esto recuerda demasiado a la famosa anécdota contada por Fernando Vizcaíno Casas en su libro “La España de la posguerra” (1939-1953).

Ya metidos en octubre lo normal es que estuviésemos oyendo hablar hace tiempo de los presupuestos. Los Presupuestos Generales del Estado y también los de la Junta de Comunidades. Cuando gobernaba Cospedal, por estas fechas ya hacía tiempo que los presupuestos habían iniciado su andadura legislativa, porque las cosas se hacían bien. Las cuentas públicas eran el tablero en el que se dirimían las batallas parlamentarias en Castilla-La Mancha y en España. La importancia que tiene para las Administraciones Públicas el cuantificar de la forma más aproximada posible la cantidad que van a ingresar durante el ejercicio, así como los gastos a los que van a tener que hacer frente, es de vital importancia. Hoy merced al bloqueo del PSOE en España, y al pacto anti PP con PODEMOS en Castilla-La Mancha, nos vemos sin presupuestos en ambas instancias. Aunque puede que esta situación interese al PSOE de García-Page. Sin presupuestos no te tienes que comprometer a hacer inversiones. No es necesario presupuestar ninguna cantidad para la Autovía Ciudad Real-Toledo. No es necesario que presupuestes la construcción de nuevos y necesarios centros de educación. Sin presupuestos no es posible, por ejemplo, bajar los impuestos.

Esta semana que comienza no me apetece hablar de personas mediocres porque el pasado viernes se conmemoraba la efeméride de la batalla de Lepanto. Fue D. Miguel de Cervantes, soldado de mar en esa épica batalla, quien la calificó como “la más alta ocasión que vieron los siglos pasados y presentes, ni esperan ver los venideros”. Eran tiempos de personas que lo daban todo por un ideal y por España. Una España, a veces maltratada, que esta semana celebra su Día de la Fiesta Nacional. Una celebración que está regulada por la Ley 18/1987, de 7 de octubre cuyo artículo único indica: “Se declara Fiesta Nacional de España, a todos los efectos, el día 12 de octubre”. Es en la exposición de motivos donde explica que la fecha elegida, el 12 de octubre, “simboliza la efemérides histórica en la que España, a punto de concluir un proceso de construcción del Estado a partir de nuestra pluralidad cultural y política, y la integración de los reinos de España en una misma monarquía, inicia un período de proyección lingüística y cultural más allá de los límites europeos”. Se trata  del día que Colón descubrió América aunque la citada ley, promulgada bajo el gobierno de Felipe González, no ose citar este motivo por aquello de no enfadar a los que aún se seguían creyendo e incluso propagando la leyenda negra de España en América. Ese es el motivo de esta Fiesta Nacional de España, que históricamente se ha venido celebrando con distintos nombres.

El pasado miércoles el Grupo Municipal del Partido Popular llevó una moción al Pleno del Ayuntamiento en la que reclamábamos a las administraciones competentes, la construcción de la autovía Ciudad Real-Toledo. Existe consenso en la afirmación de que unas buenas  infraestructuras de transporte son determinantes a la hora de posibilitar un mejor desarrollo económico de los territorios. Si nos referimos en concreto a la autovía Ciudad Real-Toledo podemos decir que se trata de una obra de carácter prioritario, porque además de vertebrar el territorio, contribuiría de manera determinante al ahorro de costes y tiempos y al aumento de la seguridad en el tráfico rodado para todos los usuarios de la vía, muchos de ellos vecinos de Ciudad Real. Recientemente hemos conocido la resolución que paraliza la aprobación del proyecto de la autovía que desdoblaría la N-401 entre Toledo y Ciudad Real debido a que tiene afectación medio ambiental en uno de sus tramos, pero los dirigentes políticos que queremos lo mejor para nuestro territorio y para nuestros vecinos no podemos tirar la toalla ni bajar los brazos. La moción era muy sencilla y no iba contra nadie, sino a favor de nuestra ciudad y nuestra comarca. Pide que el trazado para la construcción de la citada autovía parta de Ciudad Real y discurra por la actual N-401 y por tanto pase por los términos municipales de Miguelturra (Peralvillo), Fernán Caballero, Malagón y Fuente el Fresno. Que el citado tramo de autovía Toledo-Ciudad Real tenga continuidad hasta Córdoba, como han venido demandando diversos colectivos  y organizaciones empresariales, y por último y más importante, instar tanto al Gobierno de España, como al de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, para que acuerden de forma urgente una propuesta de autovía que respete el trazado de la actual N-401, y cumpla con las exigencias medioambientales.