El pasado viernes fue un día memorable en el Consejo de Ministros. No sólo se definían por Real Decreto los honores y tratamientos que han de ostentar a partir de la abdicación Sus Majestades Don Juan Carlos y Doña Sofía sino que, además, se aprobó otro Real Decreto del Ministerio de Empleo y Seguridad Social por el que se concedían una serie de medallas al Mérito en el Trabajo en su categoría de oro. Ni que decir tiene que los medios de comunicación se han fijado en un nombre escrito ya con letras indelebles en la historia de España y del deporte español. El gran, el extraordinario Rafael Nadal recibía muy merecidamente esta condecoración y fue recogido profusamente por toda la prensa deportiva y generalista. Todos los premiados tienen una gran historia detrás de éxitos y de afanes generosamente puestos al servicio del interés general, pero yo me quiero fijar en dos nombres que también brillan con luz propia en España y en el mundo y ambos con actividades muy diferentes a la realizada por Nadal. El primero de ellos el de una mujer de la provincia de Ciudad Real, Cristina García Rodero. Nacida en octubre de 1949, en Puertollano (Ciudad Real), fotógrafa. Licenciada en Bellas Artes, fue profesora de dibujo en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid, y de fotografía en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense. En 2013 fue nombrada Académica de Bellas Artes de la Real de San Fernando. Entre sus premios destacan el Premio Planeta de Fotografía y el Nacional de Fotografía del Ministerio de Cultura, es Medalla de Oro en Bellas Artes. Su trabajo ha sido publicado y expuesto internacionalmente. Miembro de la Agence Vu durante quince años, en el 2005 pasa a formar parte la prestigiosa agencia Mágnum Photos, convirtiéndose en la primera fotógrafo española en entrar a formar parte de esa agencia de fotoperiodismo.
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