Mañana comienza el mes de Julio. Un mes que se llama así en honor del gran Julio César debido a que nació precisamente un 12 de julio. En la iconografía clásica a este mes se le representaba bajo la figura de un joven de carnes bronceadas por el sol y con los cabellos coronados de espigas. Todo muy bucólico y pastoril.
Este julio que empieza será algo más prosaico y seguiremos hablando de los mismos temas que hablamos en junio. Desde el punto de vista parlamentario tocará aprobar el techo de gasto que el Gobierno ha fijado para el año 2015. En el último Consejo de Ministros de junio el Gobierno fijó en 129.060 millones de euros el techo de gasto sobre el que se formularán los Presupuestos Generales del Estado de 2015, lo que supone una reducción del 3,2% respecto al establecido en el presente ejercicio. El límite de gasto resulta de una previsión de ingresos de 133.712 millones, un 4,3% superior a la de este ejercicio, cifra a la que habrá que añadir un déficit de 30.959 millones, equivalente al 2,9% del PIB. Si a esta suma, 164.671 millones, se le descuentan los 32.941 millones destinados a la financiación de las administraciones públicas y los 2.670 de ajustes de contabilidad nacional, se obtiene como resultado del 129.060 millones de límite de gasto. Se trata de una reducción de 4.200 millones en el gasto que procederá del ahorro en el coste de la deuda pública y de las prestaciones por desempleo por la recuperación del mercado laboral y en ningún caso producirá más recortes, según explicó el ministro Montoro en rueda de prensa. Sin duda es una buena noticia que el Gobierno reduzca, por primera vez, desde que ganara las elecciones, el techo del gasto público para 2015 y que, además, lo haga sin recortar servicios ni prestaciones sociales. También es plausible que esa reducción, un 3,2% menos que en 2014, sea compatible con la rebaja tributaria aprobada la semana pasada, de modo que no se ponga en peligro el objetivo del déficit fiscal para el próximo año, fijado en el 4,2%. El temor de Bruselas, por tanto, de que España incumpla sus compromisos fiscales carece de fundamento. El Gobierno hace lo correcto al reducir el tope de gasto al que deberán ajustarse los Presupuestos del próximo año. Junto al techo de gasto se aprobaron los objetivos de estabilidad para todas las administraciones públicas para el periodo 2014-2017, que son los comprometidos y remitidos a Bruselas el pasado 30 de abril en la actualización del programa de estabilidad.
Comentarios recientes