Desde que la crisis se esparció sobre nosotros y las nubes de la economía taparon el sol que alumbraba nuestro tradicional optimismo patrio a la hora de gastar, son muchas las voces que día si y día también se empeñan en recordarnos lo mal que está España y lo difícil que va a ser que salgamos de este túnel oscuro. Ocurre que en la economía influye un elemento no cuantificable que es el optimismo y para 2013 hay elementos que invitan a un optimismo moderado. Así, el fuerte incremento de las exportaciones (ya tenemos superávit comercial con Francia e Italia y hemos reducido mucho el déficit con Alemania), la subida de la Bolsa y la bajada de la prima de riesgo hacen que algo se empiece a mover en este campo y que un hipotético rescate de la economía española sea cada día más improbable, porque España vuelve a generar confianza en los mercados y en Europa.
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