Ha llegado el mes de agosto y los más jóvenes dudo que sepan que se llama así en honor del emperador romano Augusto Octavio (Augustus Octavius). Ya son varios meses escribiendo estos tres mil caracteres, más o menos, y tengo que reconocer que me angustiaba pensar que en este primer domingo de agosto tuviera yo el poco tacto de hablar de cosas tan prosaicas como la economía o la crisis, que al fin y al cabo a día de hoy tanto monta, monta tanto. Además mis tres o cuatro lectores habituales me han confesado que están de vacaciones y por lo tanto este artículo sólo lo leerá usted y el redactor de La Tribuna que lo recibe en su correo electrónico cada sábado. En Ciudad Real aún está reciente la fiesta de La Pandorga que un año más ha reunido a miles de personas en torno a los actos que se celebran en honor a nuestra Patrona, la Virgen del Prado. Una Pandorga que pese a las restricciones presupuestarias ha sido solventada con indudable éxito por el Equipo de Gobierno que preside Rosa Romero.
Y si digo que no quería hablar de crisis ni de política no es por falta de material para escribir del tema, ya que ni en este caluroso mes estival nos hemos privado de acontecimientos políticos, como el pasado pleno de las Cortes de Castilla-La Mancha que debe ser, sin duda, el Parlamento más activo de España al ampliar el periodo de sesiones no ya a julio, sino también a agosto. Nuestro parlamento regional con su presidente Vicente Tirado a la cabeza, da así ejemplo de eficacia y laboriosidad en un contexto económico muy complicado, donde los mensajes no verbales que se lanzan son tan importantes como las propias acciones.
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